La importancia de la educación pública
Si algo tenían claro Laura y David era que querían que sus dos hijos fueran a la escuela pública. Es por eso que unos meses después de que el mayor empezara I2, decidieron hablar con algunas familias conocidas para que les aconsejaran centros para el próximo curso.
Teniendo en cuenta el barrio en el que vivían, el de plaza Catalunya, y las recomendaciones que habían recibido, escogieron ir a las puertas abiertas de cinco escuelas. Lo que no esperaban para nada del mundo, dicen, era que «de la que peor nos hablaron, fue la que más nos gustó con diferencia». Esa escuela era el San Ignacio, un centro catalogado de máxima complejidad muy estigmatizado.
Una escuela inclusiva y con proyecto educativo
El San Ignacio es un centro que destaca por su labor en el ámbito de la educación inclusiva. Aunque es un centro de máxima complejidad, acoge a niños y niñas con necesidades específicas de apoyo educativo (NESE) derivadas de una situación familiar vulnerable. Su proyecto educativo se centra en la personalización de los aprendizajes y en la creación de un entorno enriquecedor para todos los alumnos.
El centro ha recibido el apoyo de las familias que ya tienen sus hijos escolarizados, que destacan la calidad de la enseñanza y la atención individualizada que reciben los alumnos. Además, el San Ignacio trabaja activamente para conseguir una mayor inclusión y reducir la segregación escolar.
El decreto de admisión y los grupos singulares
Con la aprobación del Decreto de admisión, las familias como la de Laura y David tienen más facilidades para acceder a centros como el San Ignacio. Este decreto establece medidas para luchar contra la segregación escolar y permite a las familias con hijos con plaza ordinaria agruparse y realizar una reserva de plazas en escuelas de complejidad alta.
El Sant Ignasi ha sido uno de los centros que ha implementado esta medida con éxito. Los grupos singulares han permitido que más familias con plaza ordinaria puedan acceder al centro, contribuyendo a una mayor diversidad y enriquecimiento del alumnado.
Una escuela en crecimiento
Gracias a las medidas implementadas ya la labor de divulgación, el San Ignacio ha experimentado un crecimiento significativo en el número de alumnos. Actualmente, el centro cuenta con unos 380 alumnos, de los que el 80% se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Esta escuela inclusiva y de calidad está trabajando para revertir la segregación escolar y proporcionar una educación de primera clase a todos sus alumnos. Su compromiso con la personalización de los aprendizajes y la creación de un entorno enriquecedor hace que sea una excelente opción para las familias que buscan una escuela inclusiva y de calidad para sus hijos.