La conversación que no podemos ignorar
Como parte de las recientes elecciones generales, un amigo compartió conmigo un diálogo que tenía con sus padres. Ella, preocupada por el aumento del discurso de odio defendido por la extrema derecha, los instó a no apoyar a ninguna parte que ponga en peligro los derechos de las personas LGTBIQA+. La respuesta de sus padres fue desconcertante: «No te preocupes, lo que dicen que no lo hará, es solo marketing».
La realidad de las palabras
Sin embargo, el argumento de marketing es superficial para las repercusiones tangibles que puede tener la retórica política. Los recortes a la ley trans autónoma, la legalización de las terapias de reconversión y el aumento de las agresiones LGTBiqfobic son realidades que no pueden ignorarse. Incluso los carteles son un acto que, a pesar de aparentemente insignificativo, simboliza una mayor violencia.
Vigilancia constante: una necesidad
En un momento en que parecía que la sociedad se estaba moviendo hacia la tolerancia, la gente del colectivo LGTBIQA+ continúa viviendo con un sentimiento de alerta constante. Siempre estamos atentos a la mirada hostil, comentarios despectivos y gestos que pueden indicar peligro. Entre nosotros, usamos el término ‘caminata gay’ para describir la forma de caminar rápidamente para sentirse segura, una experiencia similar a lo que muchas mujeres viven cuando regresan solo a casa.
Más que orgullo: una lucha permanente
El colectivo LGTBIQ+ se caracteriza por una lucha implacable, un orgullo acompañado de las cicatrices del pasado. Las agresiones, por pequeñas, por pequeñas, pueden tener un impacto simbólico profundo. La eliminación de los carteles de la campaña de visibilidad, como los invertidos, puede ser solo un episodio pequeño, pero si estas acciones no se detienen, pronto pueden convertirse en insultos y, peor aún, la violencia física.
Aceptación inesperadamente
La cuestión de la orientación sexual y la identidad de género no debe ser un tema que cause rechazo. Es como si el calvo, miope o alto fuera una controversia. No hay razón para la intolerancia a las personas LGBTBIQA+, ya que su existencia no afecta la vida de los demás. La pregunta es: ¿por qué alguien debería vivir su vida de verdad?
La necesidad de reflexionar
La verdad es que la diversidad no debería ser una razón para el conflicto. Si el vecino decide vivir su vida como mujer o amiga, decide amar a quien quiera, esto no afecta nuestra vida cotidiana. La aceptación no requiere un profundo conocimiento de las diferencias, solo la voluntad de respetarlas. Y así es como podemos construir una sociedad más inclusiva y empática.