El líder ultraderechista Geert Wilders renuncia a su aspiración de convertirse en el primer ministro de Países Bajos debido a la falta de apoyo de posibles socios de coalición.
Wilders prioriza el amor por su país y sus votantes
Geert Wilders, líder del ultraderechista Partido por la Libertad (PVV), sorprendió a Países Bajos al quedar primero en las elecciones del año pasado. Sin embargo, ha reconocido que no será el próximo primer ministro debido a que sus posibles socios de coalición no le brindan su apoyo. Wilders declaró: «Sólo puedo ser primer ministro si todos los partidos de la posible coalición lo quieren. No es el caso». Añadió que su amor por su país y sus votantes es mayor y más importante que su propia posición. Aunque no será primer ministro en esta ocasión, Wilders expresó su determinación de convertirse en el líder del país en el futuro, con el apoyo de aún más holandeses.
El partido ultra PVV y las negociaciones de coalición
El partido ultra PVV obtuvo 37 escaños en las elecciones de noviembre, mucho más de lo previsto. Sin embargo, esto está lejos de la mayoría en el Parlamento de 150 escaños. Desde entonces, el PVV ha mantenido conversaciones exploratorias de coalición con tres posibles aliados de derechas. Aunque ha habido diferencias en las posturas, la negativa de Wilders a aceptar algunas de las promesas más extremas de su manifiesto ha llevado a la retirada de medidas anticonstitucionales.
El obstáculo insalvable de convertirse en primer ministro
A pesar de su éxito electoral, la posibilidad de que Geert Wilders se convierta en primer ministro se ha visto obstaculizada por la falta de apoyo de posibles socios de coalición. Uno de los socios, el recién formado NSC, ha declarado que no entraría en una coalición formal. Las conversaciones han sido descritas como caracterizadas por «veneno, tijeretazos mutuos y cotilleos». Ante esta situación, Wilders ha tomado la decisión de renunciar a su aspiración de ser primer ministro.
El futuro de las negociaciones de coalición
El anuncio de Wilders se produce justo antes de que el intermediario que facilita las negociaciones de coalición presente un informe sobre el estado de las mismas. Se especula sobre la posibilidad de un gobierno tecnocrático y la formación de un gabinete «extraparlamentario». En este escenario, los líderes de los partidos permanecerían en el parlamento y no se unirían al nuevo gobierno, que estaría formado por políticos experimentados y posiblemente expertos ajenos a la política.