La resistencia de la legislatura española
La durabilidad de la legislatura española está cuestionada en medio de una escalada de tensión política y descalificación de las instituciones. El caso Koldo y el caso Ayuso han generado un clima de crispación y ataques verbales, poniendo a prueba la capacidad de resistencia del gobierno español frente a esta situación.
El salto cualitativo desde que explotó el caso Koldo, seguido por el caso Ayuso, ha elevado a la trituradora verbal hasta el punto de que ahora la cuestión es cuánto puede aguantar el clima político y la conversación pública con esta crispación planificada, qué nivel de ataques y falacias es sostenible antes de llegar al colapso.
La firmeza de las asociaciones profesionales frente a esta situación ha sido unánime, pero el cambio de pantalla es anterior al envite de MAR. Hay dos niveles en esta situación, con el PP de Madrid operando de forma distinta a otras comunidades, generando complicaciones para Génova.
La descalificación de las instituciones
La descalificación de las instituciones es una preocupante tendencia que se observa en la política española. La derecha ha decidido descalificar a toda institución que no le dé la razón, recurriendo a diversas acciones como recurrir a la Oficina de Conflicto de Intereses contra Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, y cargar contra la Oficina de Conflicto de Intereses por imparcialidad.
Esta dinámica también se ha repetido contra otras instituciones y personas, como la supuesta filtración de Hacienda y las actuaciones del fiscal de Madrid. Esto ha normalizado las agresiones a las instituciones y prensa, sin percibir el daño que supone para la convivencia.
Así, se observa un cambio de debate y confrontación ideológica a la descalificación permanente y carnicería personal desde los grandes partidos, poniendo en peligro la convivencia y la integridad de las instituciones.