Un proyecto pionero en el empleo de personas con diversidad funcional
En los años 70, en una época en la que no existían los Centros Especiales de Trabajo ni una gran legislación sobre las personas con diversidad funcional, Salvador Strino puso en marcha un taller para ofrecer trabajo a los alumnos de la escuela de educación especial Jeroni de Moragas. Esta escuela, fundada por el Dr. Moragas, fue pionera en su visión humanista e individualizada de la educación para personas con trastornos del desarrollo intelectual.
El Taller Jerónimo de Moragas se constituyó como cooperativa en 1973 y, siete años después, se trasladó a Sant Cugat, cerca de la estación de Valldoreix. Hoy en día, es la cooperativa en activo más antigua de la ciudad, con una trayectoria de medio siglo dedicada a la ocupación e inclusión de personas con diversidad funcional.
Una historia de reconocimiento y cambio social
Durante gran parte del siglo pasado, la diversidad funcional no era reconocida ni aceptada por la sociedad. Las familias a menudo escondían la discapacidad de sus hijos y la concebían como un castigo divino. Sin embargo, el doctor Moragas fue capaz de adelantarse a su tiempo y fundar una escuela de educación especial que rompía con esa visión prejudicada.
La regulación de 1982 marcó un punto de inflexión en el reconocimiento y la integración de la diversidad funcional en el ámbito laboral. Esta regulación sentó las bases de los Centros Especiales de Trabajo, que permitieron a personas con diversidad funcional acceder al empleo y desarrollar sus habilidades profesionales. El Taller Jerónimo de Moragas fue uno de los primeros en adaptarse a este nuevo marco legal y empezó a ofrecer servicios como el reparto sostenible de última milla y un catering, que han proporcionado oportunidades laborales a sus usuarios.
Una mirada integral hacia la salud y la autonomía
Con el paso del tiempo, el Taller Jerónimo de Moragas ha ido ampliando sus servicios para abordar de forma integral las necesidades de las personas con diversidad funcional. Además de los servicios laborales, han incorporado servicios de psicoterapia, ocio y atención a los hogares para garantizar la autonomía de las personas. Esta mirada comunitaria e inclusiva ha sido clave para establecer relaciones con el entorno y evitar el aislamiento social.
Uno de los logros más recientes del Taller es el grupo musical Árboles Amarillos, formado por trabajadores y usuarios de la cooperativa. Además, el Taller Jerónimo de Moragas ha establecido colaboraciones con otras entidades del sector y participa activamente en redes de cooperación e intercambio de recursos. Esta visión cooperativa y colaborativa ha permitido al Taller adaptarse a los cambios y seguir avanzando en su misión de inclusión y soporte a las personas con diversidad funcional.
La Fundación Jerónimo de Moragas: una figura clave en el acompañamiento y la tutela
La Fundación Jerónimo de Moragas, creada en 1993, ha sido un paso relevante en el acompañamiento y tutela de las personas con diversidad funcional. A través de esa fundación, se ofrece asistencia personal y representación en cuestiones jurídicas y económicas. Esto permite a los usuarios del Taller contar con soporte en ámbitos como la economía, el patrimonio personal, la salud y los tratamientos.
En resumen, el Taller Jerónimo de Moragas es un ejemplo de proyecto pionero en el empleo e inclusión de personas con diversidad funcional. Con una trayectoria de medio siglo, han sabido adaptarse a los cambios sociales y legales para ofrecer servicios laborales y de soporte integral. Su visión cooperativa y colaborativa les ha permitido establecer relaciones con otras entidades y avanzar hacia una sociedad más inclusiva e igualitaria.