Una Decisión Innovadora
Nuestro amado vicario, P. Carlos Fuentes ofm, ha experimentado un cambio significativo en su papel, pasando de ser un simple divulgador de noticias a asumir un papel protagonista. A través de sus canales de comunicación, ha anunciado que, a partir de ahora, la parroquia de San Francisco de Sabadell, dirigida por la comunidad franciscana bajo su supervisión como guardián (superior), permitirá la entrada de mascotas en los servicios funerarios que se celebren.
Una Tradición Antigua
La presencia de animales en los espacios sagrados no es ninguna novedad. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento los incluyen, ya sea por simbolizar virtudes o pecados. Palomas, ovejas, cabras, serpientes y otros animales han estado representados en las iglesias como ornamentación o acompañando a los santos. En nuestra propia iglesia, encontramos la presencia de tortugas, cerditos, gallos, perros y otros animales que forman parte de nuestra tradición religiosa.
Una Expresión de Amor y Respeto
El P. Carlos ha tomado esta decisión quizá influido por la presencia de la mascota del colegio, Assisi, un sabio golden retriever. Esta iniciativa, aunque puede generar debate, es un reconocimiento de la profunda relación que muchas personas tienen con sus mascotas. Así, el momento del entierro se convierte en una oportunidad para expresar el amor y el respeto hacia la persona difunta, teniendo en cuenta la importancia que la mascota ha tenido en su vida.
Una Reflexión Final
Más allá de las consideraciones teológicas, esta decisión pone de manifiesto la sensibilidad del P. Carlos ante una realidad que, a menudo, pasa desapercibida. Muchas personas encuentran en sus mascotas un apoyo emocional significativo, y el entierro se convierte en un momento de oración y recuerdo para aquella persona difunta, con la que la mascota ha compartido tantos momentos. Así, esta iniciativa nos invita a reflexionar sobre la importancia del amor y compañía que las mascotas ofrecen en nuestras vidas.
