Amenazas y presiones
Según un informe de The Guardian, Yossi Cohen, exjefe del Mosad, habría mantenido reuniones secretas con la fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI) en un intento de presionarla para que abandonara la investigación de crímenes de guerra por parte de Israel. Estas presiones estarían dirigidas a evitar una investigación formal sobre presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en los territorios palestinos ocupados.
El informe sugiere que Cohen habría actuado con el visto bueno de altos niveles del Estado israelí, justificando la operación debido a la amenaza de procesamientos contra el personal militar por parte del tribunal. Se menciona que Cohen actuaba como un ‘mensajero no oficial’ de Netanyahu.
Reacciones y solicitudes de la fiscalía de la CPI
Fuentes del entorno de la CPI han revelado que Cohen habría presionado en varias ocasiones a la fiscal jefe para que no procediera a una investigación penal en el caso de Palestina. Se menciona que Cohen le habría expresado: ‘Nos tendrías que ayudar y permitir que te cuidemos. No quieres involucrarte en cosas que pueden comprometer tu seguridad y la de tu familia’. Tanto Cohen como la fiscal jefe no han respondido a las preguntas del diario británico.
El actual fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, solicitó órdenes de detención para altos funcionarios de Hamás e israelíes por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluyendo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Defensa, Yoav Gallant. Gallant declaró que su país ‘no forma parte’ y no reconoce la autoridad de la Corte Penal Internacional, resaltando que el Ejército israelí combate respetando el derecho internacional.
Netanyahu cuestionó la autoridad de la CPI al comparar ‘los monstruos de Hamás con los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), el ejército más moral del mundo’.
