Una teoría controvertida
La periodista Laura Rodríguez ha generado una gran controversia con unas afirmaciones asombrosas. Según sus declaraciones, Felipe VI se casó con Letizia para esconder su auténtica orientación sexual. Como futuro rey, el entonces príncipe estaba obligado a contraer matrimonio con una mujer para poder heredar el trono y que ésta ejerza como reina consorte. Aunque siempre se ha dicho que el padre de Leonor y Sofía es una persona muy reservada, pese a su innegable atractivo físico, las insinuaciones de Rodríguez abren la puerta a la posibilidad de que hubiera otros motivos ocultos.
Las intenciones del rey emérito
Juan Carlos tenía el deseo de que su hijo se enamorara de una mujer de la realeza por poder establecer vínculos entre dos monarquías, pero no hacía caso de ninguna de las candidatas que le presentaban. Parece que Felipe VI tenía una tendencia a enamorarse de mujeres fuera de la nobleza, quizás como un acto de rebeldía contra sus padres. Ahora, se ha revelado que los encuentros de Felipe VI con estas mujeres no eran casuales, sino que se coordinaban a través de la agencia de Javier Hidalgo, según describe Isidre Cunill en su libro.
¿Un matrimonio planeado?
Según las investigaciones de Cunill, parece que Felipe VI conocía a estas mujeres por encargo, como es el caso de Eva Sannum. Esto plantea la cuestión sobre si el rey emérito estaba preocupado por los gustos personales de su hijo y si intervino en su vida amorosa. Además, se sospecha que podría haberse recurrido al pago de cantidades sustanciales de dinero por mantener relaciones estables con estas mujeres.
El encuentro con Letizia
Por último, el encuentro entre Felipe VI y Letizia tampoco fue casual. Según Maica Vasco, periodista que considera el matrimonio una farsa, Letizia habría aceptado condiciones para convertirse en reina. Esta teoría plantea que, procedente de una familia humilde, Letizia podría haber visto en el matrimonio una oportunidad para conseguir ventajas económicas y sociales que de otra forma no habría tenido. Así, se pone en entredicho la autenticidad del matrimonio y se cuestiona si Letizia aceptó su papel de reina por conveniencia.