La influencia de la convivencia en las relaciones
¿Has observado que hay parejas que, después de pasar mucho tiempo juntas, acaban mimetizándose? Esto puede deberse a las necesidades afectivas no satisfechas que nos llevan a buscar validación externa. A quienes no les gustan los conflictos o les cuesta perdonar, les gusta estar con personas que no abusen de su tendencia a explicarlo todo y en las que puedan confiar. El psicólogo Robert Zajonc, de la Universidad de Michigan, realizó un estudio con la conclusión de que las parejas se parecen físicamente a medida que pasa el tiempo.
Atracción por semejanzas físicas
Un estudio realizado en Stanford investigó cómo nos sentimos atraídos por personas que tienen características físicas similares a las nuestras. Esto nos recuerda el caso de los Beckham y cómo les gusta el ácido hialurónico a ambos. Años más tarde, en Stanford, se realizó un estudio sobre cómo nos sentimos atraídos por la gente que tiene características físicas parecidas a las nuestras.
Diferencias y similitudes en las relaciones
A pesar de la inicial atracción por las diferencias, a la larga, éstas pueden convertirse en motivo de extenuación. Es importante comunicar claramente las expectativas en una relación, ya que a pesar de las semejanzas, nadie tiene la capacidad de leer la mente del otro.
Imitación e influencia en las relaciones sociales
Es común imitar las cosas que más nos gustan de los demás. Además, la influencia y la imitación pueden observarse en diversas áreas de la vida, como en el entretenimiento, donde la gala de Carlos Latre destacó por sus imitaciones.
Similitudes en amistades y relaciones
Las similitudes también pueden observarse en las amistades, donde a menudo acabamos adoptando expresiones o gestos similares. Además, estudios han demostrado que genéticamente somos similares a nuestros amigos, reforzando el adagio ‘Lo parecido ama lo parecido’.
Similitudes con otras personas y animales
La tendencia a buscar similitudes puede observarse en otros ámbitos, como en la elección de mascotas, donde a menudo buscamos animales que reflejen aspectos de nuestra propia personalidad.
Conclusión
A pesar de las similitudes, cada uno es único e irrepetible, como una botella de vino. Esto nos recuerda que, pese a las similitudes, cada individuo es singular y casi inimitable.