Una gira mundial llena de éxitos y emociones
Durante meses, la gira mundial de Madonna, conocida como The Celebration Tour, se extendió a lo largo y ancho del planeta. Con un total de 81 presentaciones, este tour comenzó en Europa, pasó por diversas ciudades de los Estados Unidos y culminó en algunas metrópolis de Sudamérica. La Reina del Pop celebró su exitosa carrera en la industria musical a través de esta serie de conciertos, un logro aún más impresionante considerando que recientemente estuvo al borde de la muerte, hospitalizada en la UCI durante cuatro días en un estado muy crítico.
La elección de un repertorio emblemático
Seleccionar los hits que se interpretarían en un concierto que abarca 40 años de carrera no es tarea fácil. Madonna enfrentó este desafío con The Celebration Tour, un espectáculo que, por primera vez, no promovía un nuevo álbum. En cambio, fue un tributo a sus momentos más gloriosos, diseñado especialmente para sus fieles admiradores.
Reacciones mixtas de los fanáticos
A pesar del éxito rotundo, algunos fanáticos mostraron preocupación por el comportamiento de la artista en ciertas presentaciones. Episodios como confundir Toronto con Boston, escupir al público y arrojar cerveza antes de interpretar algunas de sus canciones más icónicas dejaron a muchos perplejos. Sin embargo, estos momentos no opacaron el hecho de que la intérprete de ‘Like a Virgin’ está disfrutando de una buena etapa en su vida.
Un episodio cercano a la muerte
Antes de embarcarse en esta increíble gira, Madonna vivió una experiencia que la puso al límite. Estuvo cuatro días en coma debido a una infección bacteriana grave. La estrella ha mencionado en dos ocasiones durante el tour lo que ella describe como una ‘experiencia cercana a la muerte’.
Una batalla difícil
«Me he caído de muchos caballos y me he roto muchos huesos. Tengo una cadera de titanio», afirmó Madonna en uno de sus shows, con la guitarra en mano al ritmo de una de sus canciones más celebradas. Sus seguidores saben que esos cuatro días en la UCI fueron más que solamente recibir cuidados médicos; ella estuvo a un paso de la muerte. «Obviamente no supe lo que pasó durante esos días, porque estaba en coma inducido. Pero cuando desperté, la primera palabra que dije fue ‘No’, según mi asistente. Estoy bastante segura de que Dios me preguntó si quería seguirlo, y contesté ‘No, no’.»
Este angustiante episodio comenzó el verano pasado cuando perdió el conocimiento y fue de inmediato trasladada a un hospital en Nueva York. «Cuando recuperé la conciencia, pude ver a mis seis maravillosos hijos a mi alrededor. Todos parecían muy asustados y yo no entendía lo que estaba ocurriendo», narró la artista. Su último recuerdo antes del incidente era estar en el baño, y al comprender lo que había sucedido, el miedo la inundó al pensar en la posibilidad de haber dejado a sus hijos solos.
