Me siento muy satisfecho cuando veo que nuestros agricultores salen con los tractores en las carreteras. Me parece bien que los agricultores y ganaderos reivindiquen sus derechos, que son los de todos, los de la gente, los de nuestra tierra.
Qué alegría que se movilicen
(los sindicatos hace tiempo que no hacen nada) para hacernos saber a todos que están aquí y que están luchando por seguir estando aquí haciendo la tarea que llevan siglos haciendo, al fin y al cabo, es la que nos permite continuar disfrutando de una alimentación saludable y natural, y de un territorio ordenado y protegido.
Hacen bien en decir lo suficiente y hacerse escuchar
, y nos están haciendo abrir los ojos de nuestro sueño en el que todo está bien y el sector seguirá funcionando a pesar de los golpes que recibe. Me impresiona su capacidad de adaptación, a la vez que me emociona cómo defienden su presente, que también es el de todos.
Porque no tengo tractor
, que si tuviera, ¡me uniría a sus reivindicaciones!
Con estas palabras yo también quiero salir a la calle, a la luz pública
, por decir bien fuerte que lo que está pasando también es nuestra responsabilidad, de la sociedad no campesina, que poco a poco está dejando en manos extranjeras, y desde la capital, nuestra soberanía alimentaria y, al mismo tiempo, nuestra identidad pirenaica , catalana y rural.
Con la excusa del progreso, los Pallars hemos permitido
que, sin apenas apoyo alguno, saquen de nuestros pueblos las explotaciones, no sea que incomodaran al recién llegado ya los visitantes; hemos permitido que nos callen las campanas de la iglesia, que no suenen los…
Invocando el bien de la sociedad ya no se pueden encender fuegos
en la montaña para hacer más prados; la alternativa es que los ganaderos la limpien con medios mecánicos, pero pagando ellos, y no el resto de nosotros, los aumentos de costes; y así va todo: cada día más obstáculos burocráticos, más vetos, más restricciones, más gastos impuestos por alguien que está en un confortable despacho a muchos kilómetros del…
Somos las comarcas de Cataluña con más áreas protegidas y con más limitaciones
sectoriales, y no es casualidad que esto nos lleve a una economía extremadamente débil, a un monocultivo del turismo y de los servicios, que está constantemente amenazado por periódicas crisis económicas ya que es evidente que, cuando el ciclo económico desciende, de lo primero que nos privamos es de ir de vacaciones o salir a comer.
Sólo me ha faltado leer en este diario
que un par de alcaldes piden que el semáforo que regula el tráfico en una zona en obras entre Tremp y Salàs de Pallars, esté en verde más tiempo de subida los viernes y domingos de bajada para que los visitantes nos recriminen. Quizás esta petición tiene un sentido práctico, pero me siento desilusionada que sólo pensamos en los visitantes.
¡Ay coi! ¿Y los que vamos del Soberano a trabajar en el Jussà?
¿O los que bajan en el Hospital Comarcal del Pallars de Tremp o en el Juzgado? ¿O los del Jussà que vienen cada día a trabajar al Soberano?
¿Nuestro tiempo en la carretera no vale igual?
Demuestra tu compromiso con el periodismo de calidad. Hazte suscriptor por sólo 3€ al mes, porque la información de calidad tiene un precio.
Hazte suscriptor