Advertencia de la Comisión Europea
La Comisión Europea ha emitido una severa advertencia en el gobierno español en relación con la protección de los derechos de los consumidores en el sector de los créditos. El organismo europeo ha señalado que España, junto a otros once países miembros, ha fallado en la transposición completa de una normativa crucial que regula las relaciones entre administradores y consumidores de créditos. En un comunicado, la CE subraya que los administradores deben comportarse de forma justa y profesional, evitando prácticas como el acoso o la coerción.
Plazos para la corrección
Para rectificar esta situación, Bruselas ha establecido un plazo de acción de dos meses. Si las autoridades españolas no implementan los cambios necesarios en este período, la Comisión no dudará en llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Ésta es una advertencia clara que destaca la gravedad de la situación actual.
Otras carencias en la regulación
Además de las cuestiones relacionadas con los créditos, la Comisión Europea ha señalado otras áreas en las que España debe mejorar. En particular, Bruselas ha iniciado un procedimiento por infracción debido a la falta de asignación de funciones a una autoridad competente para gestionar las nuevas responsabilidades que comporta la Ley de Servicios Digitales, diseñada para crear un entorno digital más seguro.
Problemas en el sector de la aviación
El ejecutivo europeo ha observado también irregularidades en la implementación de algunas normativas que afectan a la tarificación y la evaluación del rendimiento en el sistema de navegación aérea. Según las normativas de la Unión Europea, los estados deben distribuir los costes de forma equitativa entre servicios aéreos, pero la CE ha detectado que la distribución actual no es adecuada para las aerolíneas, lo que plantea serias preocupaciones.
Esta situación exige una respuesta rápida y efectiva por parte de las autoridades españolas, de forma que puedan evitarse consecuencias legales que podrían afectar tanto a su reputación como a la confianza de los ciudadanos en el sistema financiero.