El mito del corte de digestión
La creencia popular de que bañarse después de comer puede provocar un corte de digestión ha sido desmentida por la comunidad médica. Aunque durante décadas se ha instaurado la idea de esperar un tiempo prudencial antes de entrar al agua, no existe respaldo científico que avale esta afirmación.
Tradicionalmente, se ha aconsejado a las personas esperar al menos dos horas después de comer antes de bañarse para evitar un supuesto corte de digestión. Sin embargo, según un artículo publicado en la revista ‘Educación Médica’, esta recomendación carece de base científica.
La realidad detrás de la digestión y el baño
Tras la ingesta de alimentos, el tracto gastrointestinal requiere un incremento en el flujo sanguíneo para llevar a cabo las funciones digestivas. A pesar de esto, no existen pruebas que indiquen que bañarse después de comer pueda provocar calambres, ahogamientos o interrumpir la digestión.
El problema real al bañarse después de comer radica en el choque térmico que puede producirse entre la temperatura exterior y la del agua. Por lo tanto, la recomendación principal es ingresar al agua de forma gradual para evitar este impacto repentino.
Desmontando otros mitos veraniegos
Además de desmentir el mito del corte de digestión, el artículo también aborda la falsedad de ciertas creencias relacionadas con las picaduras de medusas. Se destaca que la aplicación de remedios caseros como orina, bicarbonato, zumo de limón, crema de afeitar, lavavajillas o refresco de cola no alivia las molestias, e incluso podría empeorar la situación.
Se enfatiza la importancia de lavar la zona afectada con agua marina en lugar de agua dulce, ya que esta última podría aumentar la descarga de veneno. Asimismo, se desaconseja el uso de remedios caseros no respaldados por evidencia científica.