El Vaticano y los Movimientos Internos

El panorama mediático y las noticias vaticanas

Durante el verano, suelen surgir noticias relacionadas con el Vaticano que captan la atención de los medios de comunicación. Estas noticias no son muy diferentes de las traiciones y rebeliones internas que ocurren en los partidos políticos.

Recientemente, el arzobispo Carlo Maria Viganò ha sido protagonista de una de estas noticias. Viganò ha sido reconocido culpable del delito reservado de cisma, lo que ha llevado a su excomunión y expulsión de la Iglesia católica.

La independencia de monseñor Carlo Maria Viganò

El 4 de julio, día de la independencia americana, monseñor Carlo Maria Viganò, quien fue nuncio en los Estados Unidos, ha anunciado su independencia total: ya no se considera católico. Viganò no reconocía la autoridad del Papa y no se sentía en comunión con la Iglesia católica. Además, renegaba del Concilio Vaticano II y ha sido uno de los arzobispos más críticos con los movimientos del papa Francisco.

La excomunión de Viganò, conocida técnicamente como latae sententiae, es la declaración más severa de todas. Esta excomunión implica que Viganò tiene prohibido celebrar misa y otros sacramentos, así como participar activamente en celebraciones, funciones o actos de gobierno de la Iglesia católica.

Las voces disidentes tradicionalistas

Viganò representa las voces disidentes tradicionalistas que no se sienten representadas por una Iglesia católica que consideran que ya no es apostólica ni romana. A través de su plataforma tradicionalista llamada Exsurge Domine, Viganò ha expresado su desacuerdo con el Concilio Vaticano II y las supuestas ‘desviaciones’ del papa Francisco.

Es importante destacar que la excomunión de Viganò no es permanente y está supeditada a su arrepentimiento y retorno a la comunión con la Iglesia católica. Sin embargo, Viganò ha declarado que seguirá celebrando misa como si nada hubiera ocurrido.

El periplo diplomático de Viganò

Viganò inició su carrera diplomática en 1989, cuando fue nombrado Observador Permanente de la Santa Sede en el Consejo de Europa. Desde entonces, ha desempeñado importantes cargos dentro del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano.

A lo largo de los años, Viganò ha expresado su deseo de convertirse en cardenal, pero no ha logrado alcanzar ese objetivo. Su resentimiento se ha dirigido no hacia el Espíritu Santo en un cónclave, sino hacia el papa Francisco, a quien considera su gran enemigo.

Conclusiones

Con 83 años y una actitud combativa, Viganò se ha convertido en una figura destacada para las voces disidentes tradicionalistas. Aunque su excomunión no es definitiva, su postura crítica hacia la Iglesia católica y el papa Francisco ha generado controversia y división dentro de la comunidad católica.

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