Introducción
Este domingo, los ciudadanos de Bulgaria se enfrentan a un nuevo desafío: elegir un nuevo parlamento. Esta será la sexta vez en tres años que los búlgaros acuden a las urnas en busca de estabilidad política. Sin embargo, la incapacidad de los partidos para formar gobiernos duraderos y la perspectiva de una vez más enfrentarse a la fragmentación y los vetos cruzados plantean preocupaciones sobre la estabilidad de uno de los países más pobres de la Unión Europea.
Antecedentes
En las elecciones de abril de 2023, el partido populista GERB y el partido europeísta PP-BD obtuvieron 69 y 64 escaños respectivamente, lo que les dio una mayoría de 133 de los 240 escaños en el parlamento. Además, contaban con el apoyo de los 36 escaños del partido de la minoría turca, DPS. Este pacto parecía resolver el bloqueo político que el país había experimentado desde 2021, con doce intentos fallidos de formar un gobierno debido a la falta de mayorías sólidas y la división entre las fuerzas parlamentarias en temas como la corrupción, el apoyo a Rusia en Ucrania y la reforma del sistema judicial.
Proyectos estancados
A pesar de tener una clara agenda política, que incluía la entrada en la zona Schengen de libre circulación, el acceso a la Eurozona y la lucha contra la corrupción, estos proyectos se han estancado debido a la falta de un gobierno estable. A pesar de las promesas electorales, los partidos no han logrado cumplir con sus compromisos, lo que ha llevado a la frustración de los ciudadanos y a la falta de confianza en el sistema político.
Perspectivas actuales
Las encuestas más recientes muestran que el partido GERB, liderado por el exprimer ministro Boyko Borissov, lidera las preferencias con el 25% de los votos. Sin embargo, el partido europeísta PP-BD ha perdido casi 10 puntos en comparación con las elecciones generales de abril. Otros partidos como el DPS, los ultranacionalistas prorrusos de Resurrección y el Partido Socialista también tienen presencia en el parlamento. El partido antisistema Existe tal Pueblo podría quedar fuera del parlamento si no alcanza el umbral del 4% de los votos.
Posibles alianzas
Las encuestas también sugieren la posibilidad de un empate técnico entre los partidos europeístas, los ultranacionalistas y el DPS, lo que podría llevar a una alianza entre el GERB y el DPS para obtener la mayoría parlamentaria. Sin embargo, esto podría resultar complicado para Borissov, ya que tendría que justificar este pacto ante sus electores. Otra alianza que parece difícil es la repetición del tripartito, ya que los europeístas han anunciado que no volverán a gobernar con el GERB y el DPS. En cualquier caso, parece poco probable que se pueda formar un gobierno estable en el corto plazo.
Conclusión
En resumen, las elecciones parlamentarias en Bulgaria representan un nuevo desafío para el país. La incapacidad de los partidos para formar gobiernos duraderos y la falta de avance en proyectos importantes han generado frustración y desconfianza en el sistema político. Aunque las encuestas indican posibles alianzas, la formación de un gobierno estable parece poco probable en el corto plazo. Los búlgaros esperan que estas elecciones puedan brindar una solución a los desafíos que enfrenta el país y sentar las bases para un futuro más próspero.