Gisela, una madre feliz
Gisela ha sido madre de su primer hijo, un niño muy deseado al que ha llamado Indiana. Tras un largo camino, que ha incluido cinco años de intentos y dos abortos, Gisela celebra la llegada de esta nueva etapa de su vida. En una entrevista en la revista ¡Hola!, Gisela ha compartido su emoción y cómo está viviendo estos primeros días de maternidad.
Un sueño hecho realidad
Gisela reconoce que todavía no se cree haber cumplido ese sueño tan esperado y deseado. Después de tantos obstáculos, parece mentira que ahora tenga a su hijo en brazos. Aunque la llegada de un bebé supone un cambio radical, Gisela y su familia están teniendo mucha suerte. Pese a los miedos, dudas y cansancio, están disfrutando de las pequeñas grandes cosas que la maternidad les ofrece.
El momento mágico del parto
El parto de Gisela fue una experiencia única e inolvidable. Pese a haber tenido que recurrir a una cesaria por razones de seguridad, el momento en que vio a su hijo por primera vez fue mágico y emocionante. Gisela recuerda este momento con especial ilusión, puesto que es una de las cosas más brutales que ha vivido en su vida.
El carácter tranquilo del niño
De momento, el niño da mucha tranquilidad a Gisela ya su marido. Duerme bien y les permite descansar. Aunque demasiado pronto para saber cómo será su carácter en el futuro, de momento parece ser un bebé tranquilo. Gisela también comenta que, a primera vista, el niño tiene más semejanzas físicas con su padre.
El nombre Indiana
Muchos se han preguntado por qué Gisela y su marido han escogido un nombre tan original como Indiana. Según Gisela, en un principio no querían saber el sexo del bebé y buscaban un nombre unisex que no tuviera traducción. Indiana les gustó a ambos desde el principio y sin haberlo hablado previamente. Es un nombre que siempre les ha acompañado y que ahora es el nombre de su hijo.
El embarazo complicado de Gisela
El embarazo de Gisela ha sido complicado por varios motivos. Además de la dificultad para quedarse embarazada, tuvo que hacer frente a una piedra en el riñón que le causó muchos dolores. Durante cuatro meses ha tenido que llevar un catéter, una experiencia muy dura y dolorosa. Sin embargo, Gisela intenta quedarse con los buenos momentos y no dejar que esta experiencia negativa le afecte.
La felicidad de ser madre a los 45 años
Gisela ha recibido críticas por ser madre a los 45 años, pero eso no le preocupa. Está maravillosamente bien con su decisión y nadie podrá empañar su felicidad de tener a Indiana entre sus brazos. Nadie conoce lo que ha pasado por llegar hasta aquí y el tiempo que le ha costado. Gisela respeta las opiniones, pero no permitirá que le afecten.
La maternidad como un proceso desafiante y mágico
Gisela describe la maternidad como un proceso desafiante, emocionante y mágico. Pese a las dificultades y cambios que comporta, está muy feliz de vivir esta experiencia. Pese a ser hipersensible, Gisela está bien emocionalmente e intenta disfrutar de cada momento con su hijo.
