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La Ceremonia de la Purificación y el Lavado de Manos en la Celebración Eucarística

by PREMIUM.CAT
un sacerdot posa un tros de pa sobre una taula amb un panet a sobre i un capellà es troba darrere seu, Dionisius, zabrocki, un pastel, precisió

El Significado del Lavado de Manos en la Celebración Eucarística

En el marco de la presentación de los elementos de la celebración eucarística, después de consagrar el pan y el vino para que se conviertan en el Cuerpo y la Sangre del Señor, se realiza el lavado de manos por el sacerdote a un lado del altar. Este rito, según el número 76 del Ordenamiento General del Misal Romano, simboliza el deseo de purificación interior.

Aunque algunas personas puedan cuestionar la necesidad de este rito, es importante recordar que el lavado de manos durante la misa tiene una larga tradición que se remonta a al menos dos siglos antes de la presentación de los elementos de la celebración. Este gesto de purificación interior es descrito por san Cirilo de Jerusalén como un símbolo de la necesidad de purificarse de los pecados y lavarse de todas las iniquidades.

El Sentido Simbólico del Lavado de Manos

Mientras el sacerdote se lava las manos, recita en secreto un versículo del Salmo 50, conocido como salmo penitencial, que expresa la petición de ser purificado de los pecados. Así, este gesto no es meramente funcional, sino que tiene un profundo significado simbólico y penitencial. Esta dualidad entre el gesto funcional y penitencial se manifiesta también en otros ritos litúrgicos, como en la liturgia del Miércoles de Ceniza.

La Importancia del Lavado de Manos como Expresión de Pureza y Humildad

El lavado de manos después de la presentación de los dones de la misa y antes de empezar la oración eucarística es un gesto de gran expresividad. A través de este acto, el sacerdote, antes de situarse en el centro del altar como icono de Cristo-Cap, expresa externamente su condición humilde y pecadora. Así, este gesto no sólo simboliza la purificación interior, sino que también recuerda la necesidad de la conversión hacia Dios.

Conclusión

En suma, el lavado de manos durante la celebración eucarística no es simplemente un gesto funcional, sino que tiene un profundo significado simbólico y penitencial. Este rito recuerda la necesidad de purificarse de los pecados, lavarse de las iniquidades y expresar la pureza y humildad ante Dios. A través de estos signos litúrgicos, se invita a la conversión del corazón hacia la verdad divina, haciendo visible lo invisible.

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