La realidad de tener hijos: una nueva forma de personalidad

La espera ha terminado

Después de muchos años de espera, finalmente ha llegado el momento en el que podemos tener un hijo a nuestra medida. Todos los padres desean que sus hijos sean hermosos e inteligentes, y ahora ese sueño está a punto de hacerse realidad. Hasta ahora, teníamos que conformarnos con idealizar a nuestros hijos y aceptar que no siempre serían como los habíamos imaginado. Pero eso ha cambiado, ahora tenemos la posibilidad de decidir cómo queremos que sea nuestro hijo antes de su concepción. Es increíble poder tener tanto control sobre la realidad y evitar muchos dolores de cabeza. Sin embargo, siempre habrá quienes critiquen esta opción y prefieran la sorpresa, argumentando que es más ético aceptar a los hijos tal como son. Pero cada uno tiene el derecho de elegir y no debemos juzgar a quienes deciden utilizar esta tecnología para tener un hijo a su medida.

La personalidad ideal

Cuando se trata de la personalidad de nuestro hijo, todos tenemos nuestras preferencias. Algunos desean que sea extrovertido y alegre, mientras que otros prefieren que sea más reflexivo y tranquilo. En mi caso, quiero que mi hijo sea una persona comprometida con causas sociales, que viaje a países en desarrollo y se preocupe por los demás. También deseo que sea inteligente y capaz de resolver problemas de manera creativa. Por supuesto, quiero que sea independiente desde temprana edad, que pueda valerse por sí mismo y contribuir al hogar. Y, por supuesto, quiero que hable un catalán impecable con un toque de acento de Lleida. Cada uno tiene sus propias preferencias y es maravilloso poder elegir la personalidad de nuestro hijo.

La salud como prioridad

Además de la personalidad, la salud es un factor fundamental a considerar al tener un hijo. Todos deseamos que nuestros hijos sean sanos y no tengan ninguna enfermedad genética. No queremos complicarnos la vida cuidando de ellos, sino que queremos que nos la hagan más fácil. Gracias a los avances científicos, ahora podemos evitar sorpresas desagradables en el futuro y asegurarnos de que nuestros hijos sean saludables. Algunos podrán argumentar que esto es antinatural, pero cada uno tiene el derecho de decidir cómo quiere que sea su hijo. No debemos juzgar a quienes eligen esta opción, ya que todos buscamos lo mejor para nuestros hijos.

La importancia de la elección

En resumen, tener la posibilidad de elegir las características de nuestro hijo es un avance maravilloso. Nos permite controlar la realidad hasta cierto punto y evitar muchos dolores de cabeza. Cada uno tiene sus propias preferencias y no debemos juzgar a quienes eligen utilizar esta tecnología. Al final del día, lo más importante es que todos los niños sean amados y cuidados, sin importar cómo sean concebidos. La realidad de tener hijos ha cambiado y ahora podemos dar forma a la personalidad de nuestros hijos de una manera que antes era impensable.

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