Un silencio inexplicable
El teléfono permanece en silencio y la ausencia de la rosa se vuelve palpable. Esta situación es desconcertante, ya que su actitud ha cambiado dramáticamente. Ahora parece estar rodeado por un nuevo círculo de amigos, que lo siguen en las clases de Pilates. La sensación de pérdida me correcta; La amistad que compartimos se transforma en una serie de silencios llenos de desconfianza.
Visitas llenas de ambivalencia
Pepi, siempre tan optimista, me invita a la casa de Rosa, un lugar que generalmente estaba lleno de risas. Mi ansiedad crece con cada paso en el pasillo. Cuando llego, la rosa está allí físicamente, pero emocionalmente ausente. El aroma de maquillaje barato y el olor a laca de uñas me transportan a un mundo donde el dolor es borrosa, pero la realidad regresa rápidamente. Estoy atrapado en una conversación superficial, donde la rosa se pierde entre risas y secretos, mientras que su mirada no se conecta con la mía.
Una generación perdida?
Ofrezco comprender el mundo alrededor de la rosa, pero las tendencias actuales me parecen ajenas. Pepi, con lágrimas en los ojos, comparte su frustración en la influencia de estas nuevas ‘celebridades’ que parecen dictar las reglas de frialdad. Su hija se refugia en su teléfono celular y olvida la comida. Cuando era adolescente, tengo ganas de vivir en un mar de contradicciones: rebelde, curioso y, a veces, incluso perdido. Pero reconozco que la rosa no es extraña, simplemente está en un laberinto emocional.
Un día completo de esperanza
Hoy me levanto con un sentido de posibilidad. Estos son esos momentos en los que un sentimiento me dice que algo especial puede pasar. Creo firmemente que la magia existe si la quieres con fuerza. La idea de que Rosa podría aparecer en la escuela me hace soñar. Miro su escritorio, con el cuaderno lleno de dibujos que me recuerda a su creatividad, y el eco de su ausencia me pesa.
Devoluciones y residentes
A medida que avanza el día, el crepúsculo entra en la ventana, y el recuerdo de los momentos compartidos me hace sonreír. Abro el cuaderno de dibujo de la rosa y me dejo llevar por sus talentos artísticos. Cada golpe revela un mundo lleno de magia: cohetes brillantes, bosques encantados y cielos de colores brillantes. Aunque las lágrimas me acuden, sé que sus sueños artísticos no han desaparecido por completo. Solo han sido unos pocos días de desconcierto.
Un nuevo comienzo
Finalmente, cuando el recuerdo comienza a desvanecerse, veo a la madre y a Pepi abrazándose, llorando de alegría. La rosa aparece, saltando como siempre, con sus dibujos debajo de su brazo y una apariencia radiante que llena la atmósfera de la felicidad. Me siento abrumado por las emociones; Quiero llorar y gritar de alegría. En este punto, acepto con orgullo quién soy, y sé que la vida continúa con nuevas oportunidades de vivir y sentir.