Una victoria de la extrema derecha en la primera vuelta
Los partidos progresistas y de centro de Francia están enfrentándose por formar un frente unido tras la victoria del partido de Marine Le Pen en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias anticipadas del domingo. Estas elecciones han acercado aún más a la extrema derecha al poder. Reagrupament Nacional (RN) y sus aliados obtuvieron el 33% de los votos, mientras que el Nuevo Frente Popular (NFP) logró el 28% y el bloque centrista del presidente Emmanuel Macron quedó en tercer lugar con el 22% de los votos .
Negociaciones y planes de votación táctica
La mayoría de los 577 escaños de la Asamblea Nacional se decidirán en una segunda vuelta el domingo. Los partidos rivales están negociando y realizando planes de votación táctica para intentar frenar el ascenso del RN. El RN está cerca de convertirse en el partido dominante en el Parlament, pero el número de escaños que obtendrá es incierto. Esto dependerá de los acuerdos políticos que sus rivales logren en los próximos días.
La estrategia del ‘frente republicano’
El primer ministro centrista, Gabriel Attal, ha advertido de que la extrema derecha está a las puertas del poder y ha instado a los electores a no dar ni un solo voto al RN en la segunda vuelta. En el pasado, cuando se enfrentaban a la extrema derecha cercana al poder, los partidos tradicionales de derecha e izquierda llegaron a acuerdos para retirar a candidatos de la segunda vuelta y evitar dividir el voto. Pero la estrategia de votación táctica conocida como ‘frente republicano’ es menos segura que nunca.
Retirada de candidatos y posición de Macron
Los líderes de la alianza centrista de Macron y del NFP han indicado que retirarán a sus propios candidatos a los distritos donde otro candidato esté mejor posicionado para vencer al RN. No está claro con qué uniformidad se va a aplicar esta estrategia. Macron ha llamado a los electores a apoyar a candidatos claramente republicanos y demócratas, lo que excluiría a los candidatos del RN y un miembro clave de la alianza del NFP, el partido Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon. La izquierda pidió una posición más clara por parte de Macron y de los centristas.
La segunda vuelta será decisiva
En resumen, los partidos progresistas y de centro de Francia están luchando por formar un frente unido para frenar el ascenso de la extrema derecha representada por el Reagrupament Nacional. Las negociaciones y los planes de votación táctica están en marcha para intentar evitar que el RN se convierta en el partido dominante en el Parlament. La segunda vuelta de las elecciones parlamentarias será decisiva para determinar el futuro político de Francia.
