Una entrada triunfal
El concierto del 3 de junio en el Palau de la Música Catalana fue todo un evento. El público aplaudió con entusiasmo cuando Yuja Wang entró en escena. Era una noche especial, dentro del ciclo Palau Piano, y la expectación era alta.
Una interpretación magistral
Yuja Wang comenzó el concierto con la Sonata para piano en Mi bemol menor, op.26 de Samuel Barber. Su interpretación fue impresionante, mostrando una técnica impecable y gran sensibilidad musical. Cautivó a la audiencia con su habilidad para explorar los límites entre tonalidad y atonalidad.
Los movimientos de la sonata fueron contrastados, destacando el carácter de Scherzo del segundo movimiento y la oscuridad del tercer movimiento. La sala principal del Palau, rodeada por la penumbra de los apagones de Sol en el exterior, creó una atmósfera intrigante y misteriosa.
El último movimiento, una fuga con aire de música latina, puso el punto final a la obra de Barber. Fue un final vibrante y percusivo que dejó a la audiencia aclamando.
Un recital de preludios y fugas
Tras la Sonata de Barber, Yuja Wang interpretó una selección de los 24 Preludios y Fugas de Shostakovich. Cautivó a la audiencia con los números 5, 10, 12, 16 y 24 del op. 24, y los números 2, 8 y 15 del op. 87.
Su interpretación reflejó la diversidad y complejidad de estas obras, que combinan influencias del clásico con elementos del neoclasicismo y el postromanticismo. Mostró una gran habilidad para expresar las emociones y contrastes de cada preludio y fuga.
El carisma de Yuja Wang
Durante todo el concierto, Yuja Wang demostró su carisma y su pasión por la música. Con sus gestos y expresión facial, transmitió su inmersión total en la obra que interpretaba. Cautivó a la audiencia con su energía y su presencia escénica.
El público reaccionó con entusiasmo, aplaudiendo unánimente y pidiendo bises. Yuja Wang complació a la audiencia con una selección de piezas diversas, incluyendo Danzón núm. 2 de Arturo Márquez, el lied Gretchen am Sprinrrade de Schubert, y un arreglo de piano del tercer movimiento de la Patética de Tchaikovsky.
En resumen, el concierto de Yuja Wang en el Palau de la Música Catalana fue una experiencia inolvidable. Su interpretación magistral y su carisma cautivaron a la audiencia, dejándoles con ganas de más. Fue una noche de música excepcional que quedará en la memoria de todos los asistentes.