Celebración de la música en el Festival
El 15 de julio, la Sala Teclats del Museo de la Música fue escenario de uno de los conciertos más excepcionales de la actual edición del Festival Bachcelona. Durante su recorrido a través de las cantatas del célebre compositor Johann Sebastian Bach, el Bachcelona Consort, junto con los solistas que se beneficiaron de la Salvat Beca Bach, presentó las cantatas número 107 y 113 en una actuación íntima y encantadora.
Voces sobresalientes en el escenario
Los mismos vocalistas que habían deslumbrado al público días antes con el Magnificat en el Palau de la Música fueron quienes interpretaron las extraordinarias arias, ricas en belleza y complejidad. El contratenor alemán Matthias Dähling y la soprano japonesa Maine Takeda se alzaron como los principales protagonistas de la velada. La voz homogénea de Dähling se destacó en especial durante el coral “Erbarm dich” de la Cantata BWV 113, donde demostró un impresionante control del vibrato, manejando notas largas y sostenidas con ambigüedad entre la sencillez y una profunda musicalidad.
La expresión artística de Maine Takeda
Por su parte, Maine Takeda volvió a deleitar con una línea vocal sumamente pura, realzando una melodía que evocaba tanto sufrimiento como una espiritualidad plena. En especial, su interpretación de la célebre aria “Qui tollis” de la Misa en si mayor BWV 234 se convirtió en una especie de meditación musical que llenó el entorno con su esencia sin caer en estridencias. Se debe resaltar el excelente acompañamiento brindado por el flautista David Gutiérrez, cuya sutileza unió magistralmente las dos líneas melódicas en una espiral casi etérea.
Actuaciones individuales y el poder del dúo
Aunque tanto Dähling como Takeda demostraron ser excepcionales en sus actuaciones individuales, su colaboración en el dúo “Ach Herr, mein Gott” resultó ser un momento sublime. Las voces se entrelazaron en una auténtica obra de arte, creando una filigrana melódica repleta de finura y armonía.
Desafíos en la interpretación del tenor y el bajo
El tenor Marc Garcia, aunque mostró una voz hermosa, pareció no contar con la fortaleza necesaria en su interpretación de la aria “Wenn auch gleich” de la Cantata BWV 107, haciendo notar su juventud y quizás algún grado de inexperiencia ante el desafío que representan las cantatas de Bach. Del mismo modo, el bajo Charlie Baigent presentó un timbre indistinto y un registro grave más bien escaso, lo que limitó su capacidad para aportar la autoridad que se esperaría en las arias escritas para su voz, particularmente en los corales donde el cuarteto solista actuó como coro.
Magníficas interpretaciones instrumentales
El Bachcelona Consort ofreció una parte instrumental llena de sutilezas y matices, en la que cada instrumento participó de manera diáfana en un diálogo sonoro que invitaba a la reflexión y al disfrute. Bajo la dirección del clavecinista Daniel Tarrida, el conjunto no solo demostró su maestría en el repertorio, sino que también brindó a la audiencia la oportunidad de experimentar las complejidades de la escritura contrapuntística del maestro alemán.
Un proyecto musical digno de admiración
La iniciativa de llevar a cabo la integral de las cantatas de Bach es un proyecto que merece el mayor de los elogios, brindando a los asistentes la oportunidad de sumergirse de manera exhaustiva en los diversos ciclos que el gran compositor ha legado a la posteridad, todo ello en interpretaciones de una calidad musical excepcional.