El Comienzo de una Aventura Familiar
No sé si mi madre estaba entusiasmada o simplemente cedió ante la angustia de no querer discutir, pero lo cierto es que aceptó embarcarse en esta nueva aventura. Antes de comer, ya habíamos dejado atrás al pueblo.
Un Cuaderno para Registrar Recuerdos
Con sólo seis años y menor que mi hermana Lina, tomé un cuaderno que me permitieron llevar. Allí empecé a anotar todo lo que no me atrevía a expresar en voz alta. ‘¿Dónde vamos, exactamente?’ fue la primera frase que escribí.
El Aprendizaje en el Camino
Mamá y Lina se dedicaron a enseñarme a leer y escribir durante aquellos largos viajes por carretera. Mi padre, mientras conducía, siempre decía: ‘No puedo ayudar, tengo que concentrarme en la ruta’.
Un Viaje que No Acaba
El 31 de diciembre de 1990, el padre nos hizo entrar en su R5 rojo, un vehículo que se convertiría en nuestro compañero de viaje. Recuerdo esa fecha, ya que era el día del noveno aniversario de Lina. Papá nos dijo que sería una celebración memorable, pero con el tiempo he entendido que el recuerdo sería inacabable, no por la fiesta, sino por la experiencia de viajar.
Un Viaje a Través del Tiempo
Con el paso de los años, el R5 fue superado por vehículos más modernos que parecen salir de películas de ciencia ficción. Nuestros viajes se han vuelto más solitarios, ya que es cada vez más difícil encontrar cintas de casete en las gasolineras. En nuestros primeros años de viaje, hacíamos paradas para ver películas, pero las miradas curiosas de los demás nos hicieron sentir fuera de sitio, así que papá decidió relatarnos sus experiencias cinematográficas.
El Papel del Padre en el Viaje
Ahora, los paros sirven sólo para hacer una pausa en el baño y llenar el depósito. El padre suele decir a los trabajadores de las gasolineras que estamos ‘descubriendo el mundo’. A medida que hemos ido creciendo, hemos recorrido varios países, pero empieza a pesar la rutina de observar el mundo desde la ventana del coche.
El Deseo de Conocer Nuevas Realidades
Me gustaría conectar con personas de mi edad y explorar los pueblos más allá de sus tejados. Hace tiempo que no envío cartas a mis amigas, ya que no encontramos postales ni sellos.
El Cambio en el Viaje
El padre ha empezado a mostrar signos de cansancio, preocupación que ha crecido recientemente. Me angustia pensar que quizás un día deje de ver el camino delante suyo, y tanto Lina como yo ya tenemos que hacer un esfuerzo por no tocar el techo del coche.
Un Paso Adelante
Con todo esto en la cabeza, he decidido que es hora de realizar un cambio. He planteado a la familia la idea de intercambiar sitios, que ellos se sientan detrás y nosotros delante, para aprender a conducir. Mamá, al oír mi propuesta, se giró rápidamente hacia el padre, que respondió aumentando el volumen de la radio.