Los secretos para hacer unas patatas fritas debidamente
Hacer unas patatas fritas puede parecer una tarea sencilla, pero no todo el mundo sabe cómo hacerlas para que queden deliciosas. Seguro que muchas veces te has encontrado con patatas demasiado hechas o que te quedan duras y sin gusto. Para evitar esto, hay una técnica que queremos contarte para que puedas presumir de unas patatas fritas perfectas.
La importancia de la preparación
El primer paso para dar unas buenas patatas es lavarlas bien para eliminar el máximo de almidón que puedan tener. Esto hará que queden más crujientes cuando las fregas. Después, también debes secarlas con un paño o papel para sacarles toda el agua que puedan tener. Así evitarás que el aceite salpique cuando las pongas en la sartén.
El truco del confitado
Una vez cortadas las patatas, llega el momento más importante: el confitado. Esto significa que debes cocer las patatas con aceite a una temperatura baja o media durante unos 10 o 15 minutos, con la sartén cubierta con una tapa. Así las patatas se ahogarán por dentro y quedarán blandas. Cuando las toques y veas que se deshacen o casi, es que están listas para el siguiente paso.
El toc final
Ahora sólo falta darles el punto crujiente que las hará irresistibles. Por eso, debes aumentar el fuego y sacar la tapa de la sartén. Se trata de freírlas rápidamente para que cojan un color dorado y una textura crujiente. Tienes que ir removiendo y girando las patatas para que se hagan por todos los lados. Cuando las veas bien hechas, debes apartarlas de la sartén.
El detalle final
El último paso es salarlas justo cuando las sacas del fuego. Así la sal se enganchará a la patata mientras el aceite que sobra se enfría. Con este último detalle ya sólo te queda probarlas y gozar de su perfección.
