El Festival de Cantonigròs recupera las banderas de Israel y País Valencià

Las banderas habían sido sustraídas por unos individuos sin identificar a principios de semana. Los organizadores del festival las han vuelto a colocar en su sitio.

Un acto de vandalismo contra el festival

El Festival de Música de Cantonigròs, que se celebra cada año en la Atlántida de Vic, sufrió un acto de vandalismo esta semana. Unas personas desconocidas robaron las banderas de Israel y de la Comunidad Valenciana, que formaban parte de la decoración del festival, donde participan corales y orquestas de distintos países. Los palos donde estaban las banderas aparecieron rotos y las insignias desaparecieron.

Los responsables del festival denunciaron los hechos a la policía y expresaron su rechazo a esa agresión. Afirmaron que el festival es un espacio de convivencia, respeto y diversidad, en el que no hay cabida para la intolerancia ni la violencia. Recordaron que las banderas representan a los países participantes y que no tienen ninguna intención política ni ideológica.

Las banderas vuelven a ondear en el festival

Este viernes, los organizadores del festival anunciaron que habían logrado recuperar las banderas de Israel y de la Comunidad Valenciana, gracias a la colaboración ciudadana. Explicaron que algunas personas les enviaron las banderas, que habían sido abandonadas en un descampado. Agradecieron el gesto solidario y volvieron a colgar las banderas en su sitio, donde ondearán hasta el final del festival.

El Festival de Música de Cantonigròs, que comenzó el pasado jueves y que terminará el domingo, es uno de los eventos culturales más importantes de la comarca de Osona. Este año cuenta con la participación de más de 40 formaciones musicales de 15 países diferentes, que ofrecen conciertos y espectáculos de gran calidad. El festival también tiene una vertiente solidaria, puesto que destina parte de los beneficios a proyectos sociales y humanitarios.

Related posts

Revolución en gestión fiscal: nuevas estrategias y resultados

La paradoja de las tarifas: un costo oculto para el ciudadano

Alt Penedès: un destino de crecimiento turístico