Un panorama empresarial en transformación
Recientemente, Pimec celebró la obtención de un asiento en el diálogo social estatal, representando a la pequeña y mediana empresa catalana. Esta nueva representación es un paso significativo en la diversificación de los actores empresariales que participan en la toma de decisiones a nivel estatal.
El presidente de la patronal catalana, Antoni Cañete, ha expresado la importancia de esta presencia, señalando que antes, la representación monopolizada por la CEOE, priorizaba a las grandes empresas en detrimento de las pymes. Esta situación ha tenido repercusiones en el tejido empresarial catalán, contribuyendo a una dimensión más reducida de las pequeñas y medianas empresas en comparación con otras regiones europeas.
La diversidad del tejido empresarial catalán es una fuente de riqueza, aunque también plantea retos. Las pequeñas empresas son ágiles y tienen un impacto significativo en la economía local, pero la carencia de apoyo e incentivos fiscales para el crecimiento pueden limitar sus oportunidades de desarrollo.
El papel de las empresas familiares
Las empresas familiares representan el 88% del tejido empresarial catalán. A pesar de su importancia, se encuentran a menudo con retos en la sucesión generacional y la profesionalización de la gestión. Esta situación puede limitar el potencial de crecimiento de estas empresas, afectando a su capacidad de innovación y adaptación a los cambios del mercado.
La resolución de estos retos resulta crucial para el futuro del tejido empresarial catalán. La mejora de las condiciones para el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, así como el apoyo a la profesionalización de las empresas familiares, son elementos clave para una positiva evolución del panorama empresarial en Cataluña.