El Descenso de Holaluz: De la Esperanza a la Desilusión
Holaluz, la empresa energética que alguna vez se jactó de ‘cambiar el mundo’ con energía renovable y ‘precios justos’, se encuentra al borde del colapso. Tras años de promesas incumplidas y pérdidas masivas, Holaluz ahora lucha por evitar la bancarrota.
Desde su debut en bolsa en 2019, Holaluz ha acumulado más de 43 millones de euros en pérdidas, mientras que sus gastos en publicidad, relaciones públicas y asesores ascienden a más de 115 millones de euros. Con una deuda de 58,8 millones de euros, la empresa está al borde del preconcurso de acreedores.
La Búsqueda del Crecimiento a Toda Costa
Impulsada por el deseo de ‘escalabilidad’ y ‘ganar tamaño’, Holaluz se embarcó en una agresiva expansión, adquiriendo la filial española de Bulb en 2021. Sin embargo, esta estrategia resultó ser un arma de doble filo, ya que la empresa se sobredimensionó y se endeudó excesivamente.
La apuesta de Holaluz por el autoconsumo solar también resultó infructuosa, ya que el mercado se desplomó tras el auge de 2022. El negocio de instalación de placas fotovoltaicas de la empresa sufrió un descenso del 19% en 2023, lo que agravó aún más su situación financiera.
Los Objetivos Incumplidos
Al salir a bolsa, Holaluz estableció ambiciosos objetivos para 2023, que incluían superar el millón de clientes, instalar más de 50.000 sistemas de autoconsumo y alcanzar una facturación de más de 1.000 millones de euros. Sin embargo, la empresa no cumplió ninguno de estos objetivos.
En 2023, el Ebitda de Holaluz fue negativo, sus ventas cayeron un 33% y su cartera de clientes se redujo a unos 325.000. El pico de puntos de suministro, que alcanzó los 386.548 a finales de 2021, disminuyó drásticamente tras el cierre del negocio de comercialización de gas.
La Promesa de Energía Renovable y Precios Justos
Holaluz se promocionó como un defensor de la energía renovable y los ‘precios justos’. Sin embargo, los análisis de Facua han clasificado sus tarifas entre las más caras del mercado eléctrico. Además, la empresa ha sido sancionada por la CNMC por cambios irregulares de contrato.
A pesar de sus afirmaciones de ‘poner al cliente en el centro’, Holaluz ha enfrentado críticas por su falta de transparencia y su enfoque en el crecimiento a expensas de la satisfacción del cliente.
El Ecosistema de Asesores y Fondos
El colapso de Holaluz ha puesto de relieve el papel de un ‘ecosistema’ de asesores de bolsa, fondos y otros expertos que alentaron el crecimiento agresivo de la empresa. Fuentes cercanas a Holaluz creen que este ecosistema contribuyó a la mala toma de decisiones y al eventual fracaso de la empresa.
Los accionistas de Holaluz, incluidos los tres fundadores y fondos como Axon y Geroa, ahora enfrentan pérdidas significativas a medida que el valor de la empresa se desploma.
El Futuro de Holaluz
El futuro de Holaluz es incierto. La empresa está en negociaciones con inversores para evitar la quiebra, pero también enfrenta la posibilidad de una adquisición por parte de una gran eléctrica. La cartera de clientes ‘leales’ de Holaluz podría resultar atractiva para los compradores potenciales.
El colapso de Holaluz sirve como una advertencia para otras empresas que buscan crecer rápidamente sin una base financiera sólida. También plantea preguntas sobre el papel de los asesores y fondos que pueden alentar un crecimiento insostenible.