Un llamamiento a la acción
La dimisión del CEO de Seat y Cupra Wayne Griffiths como presidente de la patronal española del coche Anfac ha generado un nuevo debate sobre la política industrial de Moncloa y su impacto en el sector de la automoción. En sus declaraciones, Griffiths criticó la falta de progreso del gobierno del Estado en la transición hacia el vehículo eléctrico, señalando que el objetivo de superar el 25% de vehículos eléctricos se ha alejado en el último año. Estas críticas se han sumado a los ataques de otras agrupaciones de negocio, generando un toque de atención al ministro de Industria Jordi Hereu.
Reivindicando la acción del gobierno
En respuesta a las críticas, el ministro de Industria Jordi Hereu ha reivindicado la acción del Consejo de Ministros de Pedro Sánchez, destacando las inversiones significativas en la transición hacia la descarbonización. Sin embargo, las críticas persistentes del sector automovilístico y la sensación de falta de apoyo institucional han generado un debate intenso sobre la dirección de la política industrial.
Un camino hacia la movilidad eléctrica irreversible
El ministro Jordi Hereu ha reiterado la visión del gobierno sobre la transformación de las cadenas productivas de la automoción, afirmando que el proceso hacia la movilidad eléctrica es irreversible. Sin embargo, reconoce la necesidad de clarificar los incentivos públicos para los consumidores en esta transición.
Perspectivas y llamadas a la colaboración
Pese a la retirada de Griffiths, el ministro de Industria ha expresado su voluntad de seguir contando con el apoyo del sector, destacando la importancia de su implicación en la defensa de los intereses de la industria española del automóvil. Sin embargo, las críticas continúan, poniendo de manifiesto la necesidad de un compromiso real por parte de los representantes políticos.