Una justificación engañosa
Con un tono que busca empatía y expresión seria, se nos informa que el aumento de los aranceles aumentará los precios. La idea subyacente es clara: «Si queremos proteger nuestra industria, los ciudadanos tendrán que asumir el costo». Esta narración, sin embargo, merece una revisión profunda.
Una solución simple
Imaginando un escenario en el que aumentan las tarifas, sería razonable que el IVA se reduzca en la misma proporción. De esta manera, el peso financiero no caería sobre los hombros de los consumidores. Es una operación matemática simple que, sorprendentemente, se descarta sistemáticamente.
La realidad del gobierno
Si esta medida no se aplica, lo que sucede es que el estado se beneficia de la situación. Los ciudadanos ven cómo aumentan sus costos, mientras que el gobierno es rechazado de aumentar sus ingresos, presentándolo como una medida necesaria para el bienestar de la sociedad.
La duda sobre los impuestos
Existe una creencia compartida por los sectores progresivos y conservadores de que se necesitan impuestos para garantizar los servicios. En teoría, esta idea es válida; Pero en la práctica se observa que la burocracia se vuelve más pesada y más ineficiente.
Un Sistema que Es Col·lapsa
Con el aumento de los impuestos, los servicios públicos parecen deteriorarse. La salud se encuentra en una situación crítica, las escuelas están luchando por mantener la calidad y los servicios sociales son insuficientes. Y, sin embargo, nunca se culpa al sistema, sino factores externos.
El costo de la presión fiscal
En España, la presión fiscal ha alcanzado niveles alarmantes, pero la respuesta no es una mejora en la calidad del servicio. En cambio, se establece un sistema donde la administración pública opera sin contabilidad, ya que los líderes prefieren no alterar un sistema que pueda ser vengativo.
Las familias y el futuro
La política actual penaliza a las familias con niños, que son esenciales para el futuro sostenible de la sociedad. Además, las ayudas para la ayuda a natalidad son notablemente más bajas que el promedio europeo, mientras que los ciudadanos son castigados por no reciclar adecuadamente.
Se necesita un nuevo enfoque
Es hora de repensar la relación entre el estado y la sociedad civil. Menos dependencia de la iniciativa del estado y más ciudadano. Si los aranceles tienen que escalar, el IVA cae al mismo tiempo, o tal vez es hora de detenerse y exigir cambios radicales. La responsabilidad no solo debe caer sobre los ciudadanos.