Introducción
Oriol Bossa i Prades nació en Sant Feliu de Llobregat el 28 de mayo de 1980. Es graduado en Ciencias Políticas y de Administración por la Universidad Autónoma de Barcelona y posee un Máster en Análisis Política de la Universidad Abierta de Cataluña. Su implicación en la política local se inició en 2003 como miembro de ERC en Sant Feliu, donde ejerció como presidente de la sección local desde 2011 hasta 2015. Desde 2015, ejerce como concejal en el Ayuntamiento de Sant Feliu y ocupó el cargo de alcalde durante el 2022 hasta las elecciones de mayo del 2023, donde perdieron la alcaldía. Actualmente, ERC representa la segunda fuerza del consistorio. En esta entrevista, después de 9 meses de la nueva legislatura, se discuten las acciones y decisiones del gobierno actual, así como los diálogos, actitudes y futuro del partido republicano.
Valoración del Primer Periodo del Nuevo Gobierno
Después de 9 meses desde la conformación del nuevo gobierno (PSC-TTSF-VxSF), Oriol Bossa y Prades expresa una valoración negativa. Considera que la imagen de ese gobierno, al menos desde su punto de vista, es decepcionante. Durante estos 9 meses, ha percibido una actitud oposicionista, especialmente durante los plenos, con una tendencia a la confrontación y un tono agresivo, principalmente por parte de dos de los tres partidos que conforman el actual gobierno. Además, desde ERC, se considera que buena parte de las acciones de este gobierno han estado dirigidas a desmantelar proyectos impulsados por ellos, como la propuesta de la Federación Catalana de Fútbol, la Escuela de Hostelería o las dudas sobre el traslado del CAP Rambla. Asimismo, se perciben como parte de un gobierno en solitario del PSC, con dos partidos que parecen desempeñar un papel secundario y no aportan proyectos significativos. Esta percepción genera la pregunta sobre la verdadera intención de estos partidos al querer formar parte del gobierno.
Conclusión
La valoración de la gestión del nuevo gobierno en Sant Feliu de Llobregat, según Oriol Bossa y Prades, pone de manifiesto una imagen de desencanto y una sensación de falta de colaboración y aportación significativa por parte de todos los miembros del gobierno. Esta valoración, desde la perspectiva de ERC, plantea interrogantes sobre la dirección y prioridades de esta nueva etapa política en la localidad.