El compromiso de Carles Puigdemont
El presidente en el exilio y candidato de Junts+ a la presidencia de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha presentado su propuesta para hacer frente a la situación preocupante que vive el catalán y se ha comprometido a llevar a cabo una reforma lingüística si es elegido presidente tras las elecciones al Parlamento de este domingo 12 de mayo. El objetivo de esta reforma es asegurar los derechos de los catalanohablantes en Cataluña, ya que actualmente no están garantizados. Puigdemont ha destacado que quiere que esta legislatura sea la de la lengua y ha subrayado la importancia de ser catalán para hablar catalán o tener la voluntad de aprenderlo y comprenderlo, independientemente del origen, nombre, color o religión de cada persona.
La necesidad de refundar principios
Puigdemont considera que es necesario refundar muchos principios de las bases que han sostenido la estructura jurídica de la lengua catalana. Actualmente, existen muchos derechos de los catalanohablantes que no están garantizados en Cataluña, donde la lengua propia, según la ley, es el catalán. El presidente lamenta el uso social cada vez más reducido de la lengua, el incumplimiento de su vehicularidad en la escuela y la degradación de la misma. También expresa su preocupación por la disminución del uso del catalán en los medios de comunicación públicos. En este sentido, Puigdemont defiende el modelo de inmersión lingüística, al considerar que funciona. Asimismo, insta a recuperar los orígenes de la lucha por el catalán como una lucha social y lamenta el alejamiento de esta tradición por parte del actual PSC.
El programa de Junts+
El programa de Junts+ para la próxima legislatura pone el énfasis en la recuperación del uso social del catalán. Una de las medidas destacadas es la redefinición del modelo de inmersión lingüística, considerado fundamental para la cohesión social de Cataluña. Junts+ propone actualizar y controlar la aplicación de este modelo. También quiere facilitar el aprendizaje del catalán en el ámbito laboral a través de la cooperación entre la Generalitat y la empresa privada, que tendrá que formar a sus trabajadores en horario laboral. Otras propuestas incluyen el establecimiento de cláusulas lingüísticas en la contratación pública y en los proyectos en los que colabore la Generalitat, así como el reforzamiento de la presencia del catalán en el entorno digital y en la inteligencia artificial.