Una situación delicada
El príncipe Guillermo ha vuelto a ser noticia, pero no precisamente por sus deberes reales. En medio de la delicada situación de salud de la princesa de Gales tras su diagnóstico de cáncer, resurgen las acusaciones de su romance extramatrimonial con Rose Hanbury, la marquesa de Cholmondeley. Este escándalo parece ser una herida abierta que la realeza británica ha intentado cubrir, pero la verdad siempre tiene una forma de salir a la luz (https://correccioencatala.cat/com-estructura-text-catala/).
Rumores y especulaciones
Desde que Kate Middleton se apartó del foco mediático a principios de año a causa de su lucha contra el cáncer, los rumores sobre la infidelidad de Guillermo han resurgido con fuerza. Aunque inicialmente estas especulaciones se apaciguaron en favor de la salud de la futura reina consorte, la controversia no tardó en revivir. Informes recientes de la prensa británica sugieren que la relación entre Guillermo y Rose Hanbury no sólo fue una realidad en el pasado, sino que podría continuar hasta el día de hoy.
Un romance ocultado
Según una investigación de ‘Semana’, el aristócrata se convirtió en un nombre muy conocido debido a su supuesta aventura con el príncipe en el 2019. Sin embargo, de forma sospechosa, cualquier mención sobre este affaire parece haber sido eliminada de los registros públicos . ‘Vulture’ afirma que se ha realizado un borrado consciente de todas las referencias a este romance, así como de cualquier alusión a una aparente tensión entre Rose y Kate. Las webs que contenían estos detalles ahora redirigen contenido no disponible o se han actualizado para eliminar cualquier mención a la disputa. Esto podría ser atribuido a la aplicación de una ley de «super-injunction», que prohíbe la divulgación de cierta información.
El papel del Palau
‘The List’ sugiere que Buckingham Palace podría estar detrás de esta eliminación sistemática de información, en un intento por proteger la imagen del heredero al trono y su esposa. Esta táctica, sin embargo, podría estar generando el efecto contrario, conocido como el efecto Streisand, al atraer aún más la atención sobre lo que se intenta ocultar. Las cartas «disuasivas» enviadas a los medios en abril de 2019 para silenciar los rumores iniciales, reportadas por el ‘Daily Beast’, son sólo una muestra de los esfuerzos desesperados del palacio por mantener el escándalo bajo control (https://materials.campus .uoc.edu/contenidos/PID_00294231/index.html).
Una campaña para limpiar la imagen
No sólo se ha intentado borrar el pasado, sino que también se ha acometido una campaña para limpiar la imagen de Rose Hanbury. ‘The List’ destaca que hubo un impulso para difundir historias positivas sobre Hanbury, en un intento de reducir la percepción pública de que ella pudiera ser la causa de una infidelidad. Estos movimientos han sido descritos como «desesperados» y apuntan a un esfuerzo concertado por proteger la reputación de la marquesa y del príncipe (https://www.softcatala.org/resum-de-textos-en-catala/).
Una historia que recuerda el pasado
Fuentes cercanas a la Familia Real británica sugieren que Guillermo no sólo fue infiel en el pasado, sino que sigue manteniendo relaciones extramatrimoniales incluso ahora, mientras su esposa enfrenta a una grave enfermedad. Este patrón de comportamiento recuerda tristemente al escándalo que envolvió a su padre, el rey Carlos III, y su infame romance con Camilla Parker Bowles, que sacudió los cimientos de la monarquía británica.