Una relación bajo escrutinio y especulación
En el siempre fascinante mundo de la realeza europea, la relación entre Federico X y Mary de Dinamarca ha sido objeto de escrutinio y especulación constante. Aunque Mary Donaldson, ahora conocida como la reina Mary, ha sido una figura muy querida en Dinamarca desde su matrimonio en 2004, la pareja ha tenido que hacer frente a rumores persistentes sobre una relación fracturada y sobre si su matrimonio es, en esencia, un acuerdo de conveniencia.
Una reina querida y dedicada
Mary, originaria de Australia, conquistó el corazón del público danés con su elegancia y dedicación a sus deberes reales. Desde su boda, ha mantenido un expediente casi intachable, participando activamente en numerosas causas benéficas y eventos oficiales.
Un príncipe controvertido
Frederic X, por otra parte, ha sido una figura más controvertida, envuelto en varios escándalos y rumores a lo largo de los años.
Comparaciones con otras parejas reales
El matrimonio de Federico y Mary ha sido comparado con otras parejas reales, como el rey Felipe VI y la reina Letizia de España, que también han sido objeto de rumores sobre crisis matrimoniales. Sin embargo, Frederic y Mary parecen vivir más como socios de un acuerdo que como una pareja enamorada. Desde 2019, los medios han reportado una creciente distancia entre Frederic y Mary, y observadores y expertos en lenguaje corporal han señalado en varias ocasiones la falta de conexión y el desinterés entre ellos durante sus apariciones públicas (https://www.softcatala .org/resumen-de-textos-en-catala/).
Infidelidades y escándalos
La situación se complicó aún más cuando Frederic fue fotografiado con la actriz Flora Montgomery, generando gran cantidad de comentarios sobre su vida privada. Estas informaciones indican una profunda desconexión entre los cónyuges, similar a lo que se dice de Felipe y Letizia.
Una relación marcada por la obligación y la conveniencia
Frederic y Mary de Dinamarca siguen cumpliendo sus deberes reales, pero la sombra de la separación y el descontento personal se cierne. La relación parece estar marcada por la obligación y la conveniencia más que por el cariño genuino. Al igual que sus homólogos en España, la pareja enfrenta el desafío de mantener una apariencia de unidad mientras torean con profundos problemas internos.