Una relación que no cumplía los estándares reales
Eva Sannum, conocida como una de las parejas más notables del rey Felip VI, no encajaba en los rígidos moldes de la realeza. Según Jaime Peñafiel, el rey emérito Joan Carles I intervino para que Eva se apartara discretamente, allanando el camino para que Felip encontrara una pareja ‘más adecuada’. Algunas fuentes sugieren que no se trataba del único pago que recibía la modelo noruega.
Los escándalos del rey emérito
Joan Carles I es famoso por sus múltiples controversias, tanto financieras como sentimentales. Con una lista de supuestas 5.000 amantes, muchas de las cuales habrían sido compensadas monetariamente, contrastan fuertemente con la vida más reservada de su hijo. Felip VI, conocido por su discreción y timidez en asuntos amorosos, no siguió los pasos desenfrenados de su padre.
Contrastes en la vida amorosa de padre e hijo
A diferencia de Joan Carles I, Felip VI no heredó la misma fascinación por las mujeres. Su vida amorosa comenzó de forma pausada durante sus estudios de máster en Estados Unidos, donde conoció a su primera pareja. La demora en sus relaciones generó inquietud en su padre, quien esperaba que su hijo fuese más activo en el ámbito romántico. Los rumores sobre una posible homosexualidad de Felip se incrementaron debido a supuestas reuniones privadas con un cadete durante su estancia en una academia militar estadounidense, según la periodista Laura Rodríguez.
La intervención de Joan Carles I
Preocupado por la imagen pública de su hijo, Joan Carles I decidió buscarle una pareja que desviara la atención mediática y acallara las especulaciones. Eva Sannum, una modelo noruega de gran atractivo, fue seleccionada para este cometido. Según Laura Rodríguez, Eva fue contratada con el propósito de actuar como fachada y desmentir cualquier rumor sobre la orientación sexual de Felip.
De compañera a distante
La relación con Eva Sannum dio un giro inesperado cuando ella apareció en una revista en un contexto polémico, lo que fue recibido con recelo en la Casa Real. Aunque inicialmente fue aceptada como la novia de Felip, su aparición en la publicación noruega desató una tormenta mediática que cuestionó su idoneidad como pareja del futuro rey de España.
La presión desde el palacio provocó un alejamiento entre la pareja. La constante atención mediática y las exigencias del protocolo real se volvieron intolerables para ambos. Según Peñafiel, se le pagó a Eva para que se alejara de Felip. Si antes recibía dinero por estar a su lado, ahora el pago era para que se retirara de su vida.