Una imagen empañada
La figura de la reina Letizia, antes admirada por su transparencia y modernidad, ha estado afectada por una serie de escándalos recientes que han puesto en duda su reputación y han sacudido los cimientos de la Casa Real. Las revelaciones impactantes de Jaime del Burgo, que asegura haber tenido una relación amorosa con Letizia mientras ella ya estaba casada con Felipe VI, han expuesto aspectos privados de su vida, generando controversia y críticas.
Revelaciones sorprendentes
Las controvertidas declaraciones del exmarido de Telma Ortiz coincidieron con la publicación del libro «Letizia y yo» de Jaime Peñafiel, donde se afirmaba que la reina había enfrentado dificultades para concebir a la princesa Leonor y había recurrido a tratamientos de fertilidad. Se reveló que Letizia realizaba frecuentes viajes a Valencia para someterse a estos tratamientos, una información que la Casa Real había mantenido en secreto.
Un pacto trágico
En una entrevista para el canal de YouTube «La reunión secreta», Peñafiel reveló que Letizia recurrió a los óvulos de su hermana, Erika, para quedar embarazada. Esta decisión tuvo consecuencias trágicas, ya que Erika desarrolló un fuerte instinto maternal y, cuando Letizia le prohibió ver a sus hijas, se suicidó. Esta situación ha generado un debate sobre la responsabilidad de Letizia en este trágico evento.
Un pasado oculto
Varias fuentes revelaron que Letizia había tenido un aborto en la clínica Dator de Madrid, una información que ella quería mantener en secreto para evitar que afectara a su boda con Felipe VI. Este aborto causó problemas de fertilidad, siendo el segundo al que Letizia se sometió. Estas revelaciones han puesto de manifiesto los problemas personales que la reina ha tenido que superar en su camino a la maternidad.
