Dos diputadas de Junts denuncian acoso por razón de género
El grupo parlamentario de Junts per Catalunya vive una situación de crisis interna que no parece tener fin. En esta ocasión, el conflicto tiene dos protagonistas: la presidenta del Parlament, Anna Erra, y la secretaria segunda de la Mesa del Parlament y diputada de Junts, Aurora Madaula. Ambas protagonizaron un nuevo episodio en el que denunciaron acoso por razón de género por parte de su propio partido.
Según fuentes del gabinete de Erra, la presidenta del Parlament ha solicitado un informe jurídico para «revisar» cómo se ha aplicado el protocolo de acoso de la cámara, con el objetivo de hacerlo «más garantista». Esta petición se produce después de que la Oficina de Igualdad del Parlament haya archivado la denuncia de Cristina Casol, otra diputada de Junts, por «acoso por razón de género». Erra considera que ha habido «carencias» en el primer caso en el que se ha utilizado el protocolo, especialmente en el tema de la confidencialidad. Además, quiere saber si es necesario suspender el protocolo mientras se somete a una posible revisión. Sin embargo, su propuesta fue rechazada en la reunión de la Mesa del martes.
Por su parte, Madaula ha seguido los pasos de Casol y, según ha informado el Ara y ha podido confirmar El Món, también ha presentado denuncia ante la Oficina de Igualdad del Parlament contra su grupo por acoso por razón de género , después de haberlo hecho también ante el órgano correspondiente del partido. Madaula está de baja desde el 5 de diciembre debido a la polémica generada por una intervención que provocó que Erra le retirara la confianza y una veintena de diputados del partido impulsaran un escrito contra ella por haber denunciado «violencia machista silenciosa» de sus compañeros en el Pleno de las Mujeres.
Presión para expulsar a Casol del grupo parlamentario
Estas denuncias sólo contribuyen a aumentar el ruido en torno al grupo parlamentario de Junts, que lleva semanas viviendo una situación de tensión interna. El Secretariado Permanente del partido trató el caso de Casol en una reunión hace una semana y pidió a la diputada leridana que deje el acta y abandone al grupo parlamentario. Ante la negativa de la diputada a aceptar la petición del partido, se preveía que la reunión de grupo de esta semana sirviera para tomar una decisión al respecto, pero no se adoptó ninguna medida. Sin embargo, más de una veintena de diputados de Junts han firmado a favor de expulsar a Casol del grupo, pero, de momento, la diputada ha asistido al pleno de esta semana como miembro del grupo parlamentario de Junts. En cualquier caso, Casol, que fue la número dos de Junts per Lleida en las pasadas elecciones, no tiene intención de renunciar al acta y si se le acaba expulsando del grupo, pasará a ser diputada no adscrita.
Borràs busca una mediación entre las partes
Ante este escenario, la presidenta de Junts, Laura Borràs, está intentando que se reconduzca el conflicto y que no se produzcan más daños en el partido. De hecho, solicitó en la última reunión del Consell Nacional y en la de la ejecutiva una mediación entre ambas partes enfrentadas, la dirección del partido y Casol –considerada del sector de Borràs–, con el argumento de que ésta crisis perjudica al partido en su conjunto. El paso dado por Madaula y la propuesta de Erra sólo hacen que agravar la crisis interna que hay dentro del grupo parlamentario de Junts.