Un viaje de cuatro décadas en la catequesis inclusiva
Hace cuarenta años, la comunidad de Terrassa inició un camino significativo en el mundo de la catequesis con la creación de un programa especial para niños con discapacidad. Esta iniciativa nació de la dedicación de un grupo de catequistas apasionados, incluyendo figuras destacadas como Gaspar Ortí y su esposa Anna M. Salvador, quien ha continuado su obra con gran compromiso.
Un momento de celebración y agradecimiento
El pasado 8 de febrero, la parroquia de San Cristóbal se convirtió en el escenario de un acto emotivo, en el que niños y familias se reunieron para agradecer a Dios su amor y apoyo a lo largo de los años. La misa, presidida por el obispo de Terrassa, Salvador Cristau, fue un momento clave, destacando la confirmación de dos catequizantes, con la participación activa de presbíteros que han estado junto a esta causa desde sus inicios.
La importancia de la inclusión en la fe
La historia de la catequesis especial en Terrassa se remonta a una demanda creciente de los padres que querían que sus hijos con discapacidad pudieran experimentar la Comunión. Este deseo impulsó a figuras clave como Mn. Lluís Bonet a unir esfuerzos con laicos comprometidos por abrir nuevas vías de inclusión.
Adaptación y comprensión: Claves del éxito
La clave de una catequesis efectiva para niños con discapacidad radica en la capacidad de ofrecer un amor incondicional y accesible. Más que transmitir conocimientos, su propósito es permitir una vivencia directa de Dios, adaptando los contenidos pedagógicos a las necesidades específicas de los niños.
La vivencia de Dios a través de los ojos de los niños
Los niños con discapacidad a menudo expresan su fe de una manera única, mostrando una autenticidad que enriquece a la comunidad. Su capacidad para compartir, escuchar y respetar a los demás puede servir como un ejemplo de renovación espiritual para todos nosotros.
Reflexiones sobre el cambio social
Con el paso del tiempo, la conciencia social respecto a los niños con discapacidad ha evolucionado. Hoy, existe una mayor aceptación y reconocimiento de su dignidad como seres humanos con derecho a ser amados y valorados. La misión de la Iglesia sigue siendo acompañar y fomentar su crecimiento espiritual, un compromiso que nos llena de gratitud y satisfacción.
El futuro de la catequesis especial
Mirando hacia el futuro, la labor de la catequesis especial se mantiene viva y relevante. La comunidad sigue trabajando para asegurar que cada niño tenga la oportunidad de sentirse amado por Dios y de vivir una experiencia espiritual plena y significativa.