Una revisión necesaria
El reciente estudio de las víctimas del bombardeo en Granollers, que tuvo lugar el 31 de mayo de 1938, ha revelado cuatro nuevos nombres incorporados en la lista oficial. Al mismo tiempo, se eliminaron dos entradas que se incluyeron anteriormente. Esta revisión es el resultado del esfuerzo conjunto del archivo municipal de granoladores y puede jonch Center for Culture for Peace, que han estado trabajando en la recopilación de datos y documentos de ese período.
Fuente de información rigurosa
Se han utilizado varios recursos para actualizar la lista, incluido el Registro del Cementerio Municipal, que documenta todas las muertes entre 1930 y 1939, así como láminas de hospitales como la Clínica y Sant Pau. Estas instituciones asistieron a muchos de los heridos durante el ataque aéreo de la aviación italiana bajo Franco.
Datos actualizados
Con estas nuevas incorporaciones, el número total de personas muertas en granolers durante el bombardeo aumenta a 228. Laura Casanovas, responsable del archivo municipal, enfatiza que la revisión es un proceso continuo y que, si se descubren nuevas indicaciones, se agregarán más nombres a la lista.
Nuevas víctimas reconocidas
Los nombres recientes incluyen Pere Illas Mas, Antoni Cuní Masnou, Carme Bonet y Margarita Anglès Anglès Anglès. Pere Illas, por ejemplo, está documentado como víctima en un récord de porche y murió en el Hospital Sant Pau dos días después del ataque.
Historias de vida
Antoni Cuní, vecino de Granollers, también figura como víctima y su muerte ha sido verificada gracias al índice del cementerio. Carme Bonet, por otro lado, está registrado como una herida en el bombardeo, aunque hay un error en la fecha. Finalmente, Margarita Anglès, que tenía 78 años en el momento del bombardeo, había sido mencionado anteriormente, pero su nombre se había retirado por error.
Correcciones necesarias
Por otro lado, los nombres de Josepa Juncà Mas y Ferran Pujol han sido eliminados. La confusión con Josepa se debe a un error en el registro confundido con Francesc Juncà Mas, mientras que el caso de Ferran es una duplicación con variaciones en el segundo apellido. Estas revisiones enfatizan la importancia de la documentación precisa en la memoria histórica.
La importancia de la memoria
El trabajo de actualización no solo busca rectificar los nombres, sino que también sirve como un recordatorio de las devastadoras consecuencias de la guerra. Las víctimas, ahora reconocidas, representan no solo números en una lista, sino también historias de vidas rotas y comunidades afectadas. La tarea de investigación continúa, y cada nuevo descubrimiento trae una pieza más al rompecabezas de nuestra historia colectiva.