Una noche de recuerdos y reivindicación
El miércoles pasado, el grupo Adala conmemoró una década de carrera musical con un concierto que dejó el Marral 62, donde las entradas estaban completamente agotadas. Con el completo de la vida, la sala adoptó un ambiente festivo, con jóvenes parados, bailando y cantando canciones que resuenan con un mensaje de libertad frente a la especulación inmobiliaria.
El poder de la colaboración artística
La formación de Adala, encabezada por Guillem Simó, unió una banda diversa que incluía a su hermano Quim y otros músicos como el bajista Alberto López y el trompetista Neus Aranda. Destacando la participación de Rapera Elane, quien interpretó ‘Songs For Walking’, los artistas compartieron momentos que evocaron los recuerdos de los antepasados y una profunda conexión emocional con su audiencia.
Una trayectoria autogestionada
Con un impacto de 64,000 oyentes mensuales en Spotify, Adala ha demostrado que es posible crear un camino musical independiente, lejos de la dinámica comercial que a menudo arruina la creatividad. Guillem Simó expresó esta filosofía con la frase: ‘La audiencia crea al artista, no al revés’, lo que refleja un enfoque que valora la relación genuina con sus seguidores.
Revive los grandes éxitos
El concierto realizó una gira por los aspectos más destacados de su carrera, desde el álbum ‘Blank Fosk’ (2018) hasta ‘Delta’ (2023). Las canciones iban desde la lucha social hasta la introspección, con impactantes actuaciones visuales, incluida la interpretación de Joe Farnarier, quien tradujo el mensaje emocional a través del movimiento.
Una conexión con el público
Lo más destacado fue la intervención de Sergi Sala, conocido como el Sr. OCA, quien se unió al escenario para interpretar ‘sin prisa’, mientras que el grupo hipnotizó a la audiencia con su estilo característico que fusiona el reggae y las rimas poéticas.
El orgullo de las raíces
La celebración del orgullo del vecindario fue otra pieza clave de la noche. Guillem Simó compartió su historia personal, destacando el impacto de su entorno en su música y activismo. Su homenaje a sus padres fue un momento de profunda conexión con la comunidad, recordando luchas pasadas para mejorar el transporte público.
Un mensaje de lucha y esperanza
Cuando el concierto se acercó al final, las canciones enfatizaron la resistencia civil y la desobediencia. Con canciones como ‘Nuestro fallo’, el público participó activamente, convirtiendo el evento en un acto de reivindicación y esperanza.
Mirando hacia el futuro
La gira de 10 años de Adala continuará con más fechas este marzo y abril en varias ciudades catalanas. Los seguidores continuarán disfrutando de su música y el mensaje de cambio que transmiten. Un recordatorio de que la música puede ser una herramienta poderosa para la transformación social.
