Un nuevo capítulo para Junts
La reciente renovación de Junts, celebrada en Calella, ha marcado un momento clave para el partido. Antoni Castellà, líder de Demócratas, ha sido nombrado vicepresidente, destacando así su integración en un proyecto más amplio liderado por Carles Puigdemont. Este movimiento busca consolidar a Junts como el núcleo de un amplio movimiento independentista que se posiciona en el centro del debate político catalán.
Fuertes críticas a la Alianza Catalana
En una reciente entrevista, Castellà no ha ahorrado críticas hacia Aliança Catalana, un partido que ha ido ganando influencia en el escenario independentista. Describiéndolo como ‘populista’ y ‘xenófobo’, ha expresado su preocupación por la falta de propuestas sustanciales que vengan de este grupo, que actualmente gobierna en Ripoll sin un modelo fiscal claro.
Un discurso sobre derechos humanos
Castellà ha defendido la importancia de los derechos humanos como límite para cualquier propuesta política, resaltando que las ideas de Aliança Catalana no sólo son inadecuadas, sino que pueden resultar perjudiciales para la sociedad catalana.
El reto demográfico: una nueva perspectiva
El nuevo vicepresidente ha abordado también el tema de la inmigración, prefiriendo referirse a él como ‘reto demográfico’. Castellà ha subrayado la necesidad de integrar a los recién llegados, viendo la catalanidad como una oportunidad de ascenso social. Ha descrito este reto como complejo, incluyendo factores como la natalidad y el capital humano.
Captar talento en Cataluña
Mirando hacia el futuro, Castellà ha afirmado que la competencia para captar y retener talento será crucial en los próximos años, y ha abogado por políticas públicas que fomenten esta integración respetuosa.
Equilibrio entre identidad y multiculturalismo
Castellà ha concluido que es esencial abordar el desafío de la inmigración con responsabilidad, rechazando tanto los discursos xenófobos como aquellos que promueven una multiculturalidad que ignora la identidad nacional. Esta dualidad, a su juicio, es fundamental para la cohesión social y el progreso de Cataluña.