Un llamamiento a la responsabilidad política
Recientemente, la Asociación por la Revitalización de los Centros Antiguos (ARCA) ha enviado una carta a la presidenta del Govern Balear, Marga Prohens, pidiendo que reconsidere el proyecto de la terraza prevista en el Baluarte de Sant Pere. Esta iniciativa busca preservar la estética y el interés público frente a proyectos que podrían representar una invasión del patrimonio local.
El impacto de las nuevas instalaciones sobre el patrimonio
ARCA subraya que la futura terraza, con su diseño ‘beach club’, comprometería en serio el ambiente del Baluard, que ha sido rehabilitado con fondos públicos. La asociación argumenta que permitir una terraza con diseño permanente en contradicción con las normativas existentes sobre las terrazas en Palma, elaboraría un precedente inaceptable.
Una oportunidad para reajustar el proyecto
Tras la retirada de obras ilegales, ARCA considera que es el momento ideal para replantear las condiciones de la terraza. Este momento es clave no sólo para corregir errores pasados, sino también para asegurar que las decisiones que se toman reflejen el interés de la ciudadanía de Palma y Baleares.
Haciendo una convocatoria en el diálogo
ARCA insta a la presidenta a promover un espacio de diálogo donde se examinen soluciones alternativas que sean transparentes y que respeten el paisaje. La propuesta de la terraza no debería priorizar la exclusividad de un negocio, creado para un público restringido, sino que debe servir a la comunidad ya los visitantes que quieran disfrutar del paisaje.
La responsabilidad del Gobierno
Dado que el Govern, el Consell y el Ayuntamiento son los patrones de la Fundación Museu Baluard, RXCA destaca su corresponsabilidad en las decisiones que han llevado a esta situación. Las autoridades actuales tienen ahora la obligación de rectificar los errores del pasado y garantizado el bien común.
Un futuro sostenible para el Baluarte
La asociación finaliza su misiva recordando que la Terrassa del Baluard no debe replicar la imagen de un club de playa, sino que debe estar diseñada para ser un espacio al servicio del público. Un espacio que contribuya a la riqueza cultural de Palma y que respete la naturaleza y el patrimonio de la zona.
ARCA espera que la presidenta actúe con valentía y firmeza. Si no se implementan los cambios necesarios, la asociación no se disociará de las acciones legales para defender el interés público.