Un nuevo inicio sin Ada Colau
Los miembros de Barcelona en Comú han marcado el comienzo de un nuevo capítulo político en el Ayuntamiento de la ciudad, desde la icónica supermanzana del Eixample, una iniciativa que ganó fuerza durante el anterior mandato. Esta vez, la reunión se ha producido en un momento de transición, puesto que Ada Colau se acerca a su retirada del grupo municipal y de la política activa, para dedicarse a redefinir el proyecto de los comunes y de los partidos de izquierdas.
Cambios en la dirección del grupo municipal
Con la inminente salida de Colau, Janet Sanz asumirá el liderazgo del grupo, mientras que Gemma Tarafa se convertirá en la nueva portavoz. Jordi Rabassa, exconcejal de Ciutat Vella, tomará el relevo dejado por Colau. Sanz ha destacado que, más allá de esta reestructuración, el grupo está preparado para mantenerse firme en la oposición ante el actual gobierno de Jaume Collboni.
Una oposición activa y exigente
Janet Sanz ha subrayado que los nueve concejales de Barcelona en Comú no tienen intención de integrarse en el gobierno actual. En cambio, se comprometen a ejercer una oposición activa y exigente, con un enfoque especial en las próximas elecciones municipales de 2027. Sanz ha revelado que, como anticipó Colau, el grupo ya ha iniciado conversaciones para negociar el presupuesto de 2025 con el gobierno del PSC.
Propuestas clave para un modelo de ciudad sostenible
Desde la supermanzana, Sanz ha advertido de que BComú se quedó a sólo 300 votos del PSC en las últimas elecciones municipales, algo que quieren aprovechar para influir en el presupuesto del próximo año. Su modelo de ciudad se basa en tres ejes principales: reducción del turismo, ampliación de las supermanzanas y mejora del transporte público, así como la implementación de medidas sociales para hacer más asequible la vida en Barcelona.
Medidas destacadas para la vivienda y el turismo
Entre las propuestas que Barcelona en Comú ha puesto sobre la mesa para la negociación del presupuesto, Sanz ha resaltado dos iniciativas clave. La primera es la propuesta de eliminar los alquileres de temporada mediante una modificación del Plan General Metropolitano, que permitiría calificar a todos los pisos de la ciudad como vivienda permanente, contribuyendo así a regular mejor los precios de los alquileres.
La segunda propuesta implica la reducción de terminales de cruceros en el Port de Barcelona. Los comunes pidieron al gobierno de Collboni que inicie conversaciones para cerrar dos de las siete terminales actuales, con el objetivo de limitar la llegada de turistas por mar y mitigar el impacto del turismo masivo.
Un futuro en negociación
Sanz confirmó que las conversaciones para el presupuesto de 2025 ya han comenzado, incluyendo una primera reunión con Jordi Valls, teniente de alcaldía de Economía y Hacienda. Esta nueva etapa para Barcelona en Comú no sólo supone un cambio de liderazgo, sino también una oportunidad para reimaginar el futuro de la ciudad, con un enfoque más sostenible y socialmente responsable.