Una visión para el futuro para la capital catalana
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha presentado un ambicioso plan estratégico que busca transformar la economía de la ciudad en los próximos diez años. Con el objetivo de crear empleo de calidad y diversificar las fuentes de ingresos, Collboni aspira a convertir a Barcelona en un punto de referencia económico global.
Inversiones y oportunidades: un plan específico
El proyecto, llamado ‘Barcelona promueve’, prevé la creación de hasta 180,000 empleos bien pagados y el uso de 1.8 millones de metros cuadrados de tierras metropolitanas. Para llevar a cabo esta iniciativa, el Ayuntamiento asignará un presupuesto de 890 millones de euros, con 215 millones de euros reservados para 2025.
Un contexto económico desafiante
Collboni dijo que la reciente crisis arancelaria, causada por las políticas comerciales de la administración Trump, puede verse como una «oportunidad magnífica». Según él, este escenario desafiante puede fomentar la ubicación de los proyectos y los talentos, aumentando la competitividad de la ciudad en un mercado global.
Áreas estratégicas ocho para la creación de valor
El plan Collboni propone dividir a Barcelona en ocho áreas principales de actividad económica. Uno de los principales centros será La Sagrera, con más de un millón de metros cuadrados para actividades económicas. Esta área se presenta como una ‘oportunidad única’ para establecer un nuevo poste de innovación.
Diversificación y especialización
Otras áreas incluyen el eje de salud diagonal, centrado en la investigación y la salud; Sants-Montjuïc, que se convertirá en un centro de conectividad y cultura; y 22@, dedicado a la innovación y la creatividad. La diversificación en sectores como la economía azul, la industria creativa verde y la comida serán clave para la estrategia global.
Estrategias para un futuro sostenible
Además de las áreas de actividad, el plan busca fortalecer la presencia de Barcelona en diez sectores estratégicos, incluidos el comercio, la salud y la economía digital. Este compromiso con la sostenibilidad y la innovación es esencial para garantizar un desarrollo equilibrado y resistente en un mundo cambiante.
Con esta visión transformadora, Barcelona se posiciona como una ciudad con un futuro prometedor, diseñando un camino que busca no solo el crecimiento económico, sino también para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.