Un nuevo atlas revela realidad climática catalán
En el otoño de 2023, se anunció un clima Atlas que destaca la transformación drástica del clima en Cataluña. La comparación con la edición anterior, que cubrió el período de 1961 a 1990, muestra cambios significativos en las condiciones climáticas del territorio. Toda la información detallada se puede consultar en la página de Meteocat: https://www.meteo.cat/wpweb/climatology/el-clima/atles-climatic/.
Mayor temperatura y cambio en la precipitación
El informe revela que la temperatura en Cataluña ha experimentado un aumento significativo, con graves consecuencias en el régimen de lluvia. Las zonas que tradicionalmente estaban húmedas ahora ven una disminución en la precipitación, como los Ripollès, que ha notado un cambio significativo en los últimos treinta años.
Impacto de la creciente población
La población de Cataluña ha crecido de 5,5 millones a 8 millones en las últimas décadas, coincidiendo con el aumento de las temperaturas. Este crecimiento de la población, junto con la disminución de la disponibilidad de agua, genera una preocupación creciente por la sostenibilidad de los recursos hídricos.
Tendencias preocupantes
Los datos indican que las heladas que anteriormente eran comunes en los Pirineos han desaparecido casi por completo, y que hay más y más áreas enumeradas como semiáridas. La temperatura promedio actual es de 13.1 grados, uno más de tres décadas.
Comparación de precipitación
La precipitación promedio en Cataluña se establece en 680 mm por año, una cifra que está por debajo del promedio mundial de 1,000 mm y ligeramente por encima del promedio español de 640 mm. Esta disparidad enfatiza la necesidad de una gestión del agua más eficiente.
Reflexiones de un experto
Javier Martín Vide, profesor de geografía en la Universidad de Barcelona y una figura clave en la preparación de este Atlas, dijo que «los cambios más obvios estaban en la temperatura». Por ejemplo, Tibidabo ahora tiene una temperatura promedio similar a la de la muestra de Barcelona hace treinta años, mostrando cómo se han equiparado las condiciones entre las áreas más frías y más cálidas de la ciudad.
Mirando hacia el futuro
Ante este escenario alarmante, es esencial tomar medidas de adaptación y mitigación. El monitoreo continuo del clima y sus cambios es clave para desarrollar estrategias que nos permitan enfrentar la emergencia climática actual de manera efectiva.
La situación exige una reacción inmediata y coordinada para garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones.
