Un hábito saludable
Todos sabemos que la práctica regular de ejercicio mejora el bienestar. Ahora, un estudio realizado en Escocia revela que trasladarse al trabajo a pie o en bicicleta puede reducir casi a la mitad el riesgo de muerte, especialmente por enfermedades cardíacas y cáncer, y también disminuye las hospitalizaciones. Los investigadores de las universidades de Glasgow y Edimburgo analizaron los registros médicos de 82.300 personas desde 2001 hasta 2018. De esta cifra, alrededor de 69.373 individuos utilizaban transporte público o coches particulares, 11.560 caminaban y 1.363 usaban la bicicleta.
Menor probabilidad de fallecimiento
Según el análisis de datos, los ciclistas mostraron un 47% menos de riesgo de fallecer y un 10% menos de probabilidad de ser hospitalizados en comparación con aquellos que no eran activos, es decir, quienes usaban vehículos motorizados o transporte público. Este porcentaje aumentaba a un 24% con respecto a ingresos por enfermedades cardiovasculares o cáncer. Para aquellos que caminaban al trabajo, las hospitalizaciones frente a los viajeros no activos eran un 9% menores en general y un 10% menores en caso de enfermedades cardíacas. Sin embargo, un punto desfavorable para los ciclistas es el aumento del 50% en ingresos hospitalarios debido a accidentes de tráfico, en comparación con los que usan transporte público o coches.
Impacto en la salud mental
Además, desplazarse en bicicleta o a pie puede tener beneficios para la salud mental. Del total de personas estudiadas, el 41% recibieron algún tratamiento farmacológico por problemas mentales, cifra que descendió al 20% entre los ciclistas y al 7% entre los peatones.
Recomendaciones de los investigadores
Ante estos resultados, los científicos sugieren a los responsables políticos fomentar la movilidad a pie o en bicicleta. Esto no solo beneficia la salud, sino que también favorece la sostenibilidad. En España, más de dos millones de personas usan la bicicleta para ir al trabajo cada día, a lo cual se suman seis millones de personas que lo hacen ocasionalmente. En Barcelona, el 42% de los trayectos se realizan a pie y el 3,8% en bicicleta o vehículos personales de movilidad, según datos de 2022, donde se hicieron 8,5 millones de desplazamientos.