Un Rincón Desconocido en el Pirineo Leridano
Situada en la cara norte del Montsec, cerca de la cuenca de Tremp, el valle de Barcedana esconde Casa Roca, una casa de turismo rural y gastronomía tradicional que ofrece alojamiento y comidas a los visitantes. Con una historia centenaria, esta casa del siglo XV mantiene viva la tradición de generaciones pasadas con una excelente calidad y un trato acogedor, cercano y familiar.
Gastronomía Auténticamente Casera
Casa Roca ofrece un menú de mediodía en el comedor de la casa de los propietarios, con platos auténticamente caseros elaborados con productos de primera calidad, muchos de ellos provenientes de su huerto y árboles frutales. Los visitantes pueden gozar de una experiencia inmersiva que recuerda más a comer en la casa de los vecinos que en un restaurante convencional.
Tradición y Proximidad
La casa conserva una almazara de aceite pequeño y una de vino grande, testimonios de la tradición agrícola del territorio. Aunque estas herramientas se han convertido en reliquias debido a las innovaciones tecnológicas, Casa Roca sigue priorizando el producto de proximidad en sus platos, con recetas elaboradas con productos de su huerto y árboles frutales, ofreciendo una experiencia culinaria auténtica y de temporada.
El Emblemático Fuego de Rogle
Uno de los elementos más destacados de Casa Roca es el fuego de corro que preside la estancia, un elemento único en los Pirineos que aporta un toque especial al ambiente. Este fuego, utilizado como calefacción y cocinado, es una característica distintiva del espacio.
Una Comida Excelente
El menú de Casa Roca ofrece una experiencia gastronómica excepcional, con platos como escudella con pelota, mejilla de cerdo con cebolla y grosella, y yogur con confituras del bosque de Casa Roca, elaborado con productos propios y servido con el calor de la tradición y la proximidad.
Una Familia al frente
Josep Maria, Mònica y sus tres hijos son los encargados de mantener viva la tradición y la cocina casera en Casa Roca, situada en Sant Martí de Barcedana, un pueblo de 12 habitantes donde la tradición, la proximidad y la cocina casera son el su símbolo de identidad.