Un veredicto contundente ante un delito grave
La Audiencia de Tarragona ha tomado una decisión significativa en el caso de un hombre acusado de agresión sexual a una menor de 16 años, acaecido en 2015. El tribunal ha determinado que el hombre deberá cumplir una pena de 4 años y 11 meses de libertad vigilada, así como una prohibición estricta de comunicarse con la víctima y de acercarse a ella a menos de 500 metros durante un período de 15 años. Además, se le impuso una indemnización de 30.000 euros por las lesiones físicas y psicológicas infligidas a la joven.
Un caso con múltiples implicaciones
La Fiscalía había solicitado una pena mucho más severa, concretamente 85 años de cárcel, alegando la agresión sexual a una menor de 16 años y su colaboración en otros cinco delitos de agresión sexual con penetración. Sin embargo, el tribunal consideró factores atenuantes, como la reparación del daño causado, la adicción a las drogas y las dilaciones del proceso judicial, que influyeron en la sentencia.
Posibilidad de suspensión de la pena
El juez ha dado un plazo de quince días al condenado para demostrar que está sometido a un tratamiento por su adicción o ha logrado la rehabilitación. Si el acusado presenta esta evidencia y es evaluado favorablemente por un médico forense, la magistrada podría suspender la pena de cinco años de prisión que se contempla inicialmente.
Detalles de la agresión
Según las declaraciones de la fiscala, la víctima, que se encontraba en una situación vulnerable y con un trastorno, había fugado de un centro de menores en Tarragona. Fue entonces cuando se encontró con un grupo de personas que, tras conocer su situación, la llevaron a un domicilio en el que consumió drogas, quedando en un estado de conciencia alterada.
En un momento de debilidad, varios individuos aprovecharon su incapacidad para mantener relaciones sexuales con ella. Cuando la víctima empezó a recuperarse de los efectos de las drogas y expresó el deseo de volver al centro, un mayor grupo la retuvo en una habitación, donde fue agredida sexualmente por al menos cinco personas, incluyendo al acusado.
Un futuro incierto para el condenado
La decisión final sobre la suspensión de la condena se tomará en los próximos quince días, dejando en vilo al destino del condenado. El fallo ha puesto de manifiesto la gravedad de la situación y el impacto que estos delitos tienen en las víctimas, así como la necesidad de un sistema judicial que pueda abordar adecuadamente los casos de agresión sexual.
