Intervención de la Fiscalía de Menores
El taller celebrado durante la Fiesta Mayor de Granollers ha captado la atención de la Fiscalía de Menores de Barcelona, que ha decidido investigar la actividad donde niños y adultos simulaban la creación de cócteles Molotov. La denuncia presentada por el sindicato de Mossos USPAC ha llevado a la fiscal de guardia a abrir un expediente para evaluar si se expuso a menores a situaciones de riesgo.
Investigación en curso
La fiscalía ha indicado que se están recopilando datos para identificar a los menores involucrados y determinar si participaron sin el consentimiento de sus padres. Este proceso busca esclarecer si los niños fueron utilizados como instrumentos en un posible delito, lo que podría implicar graves consecuencias legales.
Reacciones de los sindicatos policiales
La difusión de imágenes de jóvenes participando en el taller ha provocado una ola de críticas de varios sindicatos de policía, quienes han calificado la situación de inaceptable. Grupos como SAP-FEPOL y USPAC han unido fuerzas para presentar una denuncia formal contra la alcaldía de Granollers, acusando a la actividad de fomentar el odio y menospreciar a las fuerzas de seguridad.
Posicionamiento del Ayuntamiento
Ante el revuelo, el Ayuntamiento de Granollers ha emitido un comunicado en el que rechaza el taller y respalda a las fuerzas del orden. Por su parte, la agrupación de los Blaus ha defendido su intención de llevar a cabo un acto lúdico, asegurando que no se pretendía ofender a la policía.
Reacciones políticas y demandas de responsabilidad
Las críticas no se han limitado a los sindicatos, ya que varios partidos de la oposición han exigido la dimisión de la alcaldesa Alba Barnusell. El PP catalán ha sido especialmente vocal, sosteniendo que la actividad promovía prácticas inaceptables y pidiendo una investigación por delitos de odio. En este contexto, Vox también ha manifestado su intención de llevar a cabo acciones legales contra los organizadores del taller.
Un llamado a la reflexión
La situación en Granollers plantea preguntas sobre la responsabilidad en la educación y la protección de los menores en contextos de diversión. La sociedad se enfrenta a un dilema sobre cómo abordar actividades que, aunque puedan parecer inocentes, pueden tener implicaciones serias en la percepción y respeto hacia las instituciones.
