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Croissants caseros: la delicia de la repostería francesa

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una pastisseria amb sucre en pols a sobre sobre una taula al costat d'un bol de nata i un plat de pa, Bálint Kiss, fotografia d'aliments professional, una fotografia d'estoc, hiperrealisme

Una opción sencilla para disfrutar de croissants caseros

Los croissants son una auténtica tentación de la repostería francesa, conocidos por su textura hojaldre y su sabor mantecoso. Ahora, con esta receta simplificada, podrás preparar a tus propios croissants caseros sin complicaciones.

Receta para croissants caseros

Ingredientes:

– 250 gramos de harina de trigo

– 10 gramos de sal

– 30 gramos de azúcar

– 10 gramos de levadura fresca

– 125 mililitros de leche tibia

– 150 gramos de mantequilla fría

Paso a paso:

1. Preparación de la masa: En un recipiente grande, mezcla la harina, la sal y el azúcar. Desmiga la levadura fresca sobre los ingredientes secos y mezcla bien. Añade la leche tibia poco a poco mientras amasas hasta obtener una masa suave y homogénea. Si la masa es demasiado pegajosa, añade un poco más de harina. Si es demasiado seca, incorpora un poco más de leche.

2. Reposo inicial: Haz una bola con la masa y colócala en un cuenco ligeramente enharinado. Cubre con un paño húmedo y deja reposar en un sitio cálido durante aproximadamente una hora, o hasta que la masa haya duplicado su volumen.

3. Incorporación de la mantequilla: Mientras la masa reposa, prepara la mantequilla. Coloca los 150 gramos de mantequilla fría entre dos hojas de papel de horno y aplana con un rodillo hasta obtener un rectángulo de aproximadamente 1 cm de grosor. Guarda la mantequilla en el refrigerador para mantenerla fría pero flexible.

4. Laminado de la masa: Una vez que la masa haya repuesto, estírala sobre una superficie ligeramente enharinada hasta formar un rectángulo. Coloca la mantequilla en el centro de la masa y dobla los bordes de la masa sobre la mantequilla, como si envolvieras un regalo. Estira la masa nuevamente en forma de rectángulo y dóblala en tercios, como si fuera un folleto. Enfría la masa durante 30 minutos.

5. Repetición del proceso de laminado: Repite el estiramiento y el doblado de la masa dos veces más, refrigerando durante 30 minutos entre cada doblado. Este proceso es el que crea las capas hojadas tan características de los croissants.

6. Formación de los croissants: Después del último período de refrigeración, estira la masa hasta obtener un rectángulo grande y delgado. Corta triángulos de masa y enrolla cada uno desde la base hasta la punta, dando la forma clásica del cruasán. Coloca los croissants en una bandeja para hornear cubierta con papel de horno.

7. Fermentación final: Deja reposar los cruasanes en forma de cruasán en un lugar cálido durante una hora, o hasta que hayan aumentado significativamente de tamaño.

8. Horno: Precalienta el horno a 200 °C. Colorea los cruasanes con un poco de huevo batido para darles un acabado dorado. Hornea durante 15-20 minutos, o hasta que estén bien dorados y crujientes.

Ahora ya puedes disfrutar de tus propios croissants caseros recién salidos del horno. Con esta receta simplificada podrás saborear la esencia de la repostería francesa sin necesidad de técnicas complicadas ni de un equipo especializado. Son ideales para el desayuno o la merienda, y harán las delicias de todos en cualquier ocasión.

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