La Era Barroca y Sus Protagonistas
Los amantes de la música clásica pueden identificar rápidamente a los grandes maestros del Barroco. En el tope de esta lista se encuentra Johann Sebastian Bach, el más célebre de todos; seguido de cerca por Georg Friedrich Händel, Antonio Vivaldi, Johann Pachelbel, Claudio Monteverdi, Georg Philipp Telemann y Jean-Baptiste Lully. Aunque podría mencionar a muchos más, estos nombres son sin duda representativos. Al realizar una búsqueda en un navegador sobre ‘música barroca’, se confirma que estos son los compositores más reconocidos del siglo XVII y principios del XVIII. Ellos contribuyeron a dejar atrás las prácticas de la música antigua y a la instauración de formas como la sonata, así como el desarrollo de la ópera como un género musical establecido. Sin embargo, me surge una inquietud: ¿por qué en estas listas raramente, si es que alguna vez, aparece el nombre de alguna mujer que iluminó con su creatividad el arte de aquella época?
La Presencia Femenina en la Música del Barroco
La historia ha demostrado que existieron compositoras que gozaron de gran éxito en su momento, como bien indicó Mar Medinyà en su obra ‘Múrries’, donde repasa la historia de la creación musical femenina. En su libro, dedica un capítulo entero a las contribuciones de mujeres en las ciudades, las cortes y los conventos italianos. Esto se alinea con la misión del Thaleia Ensemble, que busca recuperar la memoria de las compositoras del seicento.
El Concierto y sus Protagonistas
Este destacado grupo musical tendrá la oportunidad de interpretar un repertorio de composiciones de nuevas compositoras italianas desarrolladas en diferentes contextos durante el siglo XVII. Dentro de sus presentaciones, que forman parte del Festival de Música Antigua de los Pirineos (FEMAP), se presentarán en tres localidades. Las fechas son las siguientes: el 2 de agosto a las 19:00 horas en la Iglesia de San Martín de Palaldà (Les Banys d’Arles, Francia), el 3 de agosto a las 22:00 horas en el Claustro del Monasterio de San Juan de las Abadesas y, finalmente, el 4 de agosto a las 20:00 horas en Bellestar, del municipio de Montferrer y Castellbò. Cada uno de estos conciertos contará con una visita guiada al pueblo, para sumergirse en la historia que ocultan sus calles y para apreciar el entorno en el que se ubica.
Un Repertorio Riqueza Cultural
La actuación iniciará con ‘Cari musici’ de Bianca Maria Meda, quien tuvo la oportunidad de desarrollar su labor artística en el convento benedictino de San Martino de Leano en Pavía. Esta obra es parte de una colección de motetes que lograron ser publicados e impresos. A continuación, el ensemble interpretará dos piezas de Claudia Sessa, ambas de 1613. Esta compositora, que residía en el convento de Santa María Annunciata en Milán, era también una reconocida intérprete de instrumentos y vocalista, aunque los detalles sobre su vida y su fecha de fallecimiento permanecen en la penumbra.
Compositoras Prolíficas y Su Legado
La línea de la música devocional continuará con Isabella Leonarda, considerada la compositora más prolífica de su época. En el Colegio de Santa Úrsula en Novara, donde se convirtió en instructora de música y alcanzó el cargo de consejera dentro de la estructura monacal, dejó una huella indeleble con más de 200 piezas y 20 volúmenes que exhiben una diversidad musical con elementos muy avanzados para su tiempo. Su ‘Sonata prima’ será parte de la interpretación. En el mismo ámbito, vivía María Javier Peruchona, cuya única obra conocida es ‘Sacri concerti de motetti’, publicada en 1675 en Milán.
Explorando la Música Secular Femenina
Chiara Margarita Cozzolani será la última de las compositoras del programa, procedente del convento de Santa Radegonda en Milán, donde llegó a ocupar el cargo de abadesa. A pesar de haber publicado cuatro volúmenes de música, Thaleia Ensemble interpretará solo ‘Salmi a otto voci concertati’.
Una Finalización Innovadora
El resto del concierto se centrará en la música no religiosa creada por mujeres en el mismo siglo. Se dará inicio con ‘Udite lagrimosi spirti’ (de ‘Affetti amorosi’) de Lucia Quinciani, que es reconocida como la primera monodia publicada y compuesta por una mujer. Aunque trabajó en Verona y Venecia, lamentablemente, existe poca información sobre su vida y su corpus musical.
La sesión continuará con la obra de Antonia Pafoani Bembo, quien, tras escapar de problemas matrimoniales, encontró refugio en una comunidad femenina en París bajo la protección de Luis XIV, quien le brindó oportunidades para cantar. Sus seis volúmenes musicales se preservan en la Biblioteca Nacional de París. El programa también incluye ‘Correnti’ de Marieta Morosina Priuli, de la que solo se conocen dos piezas pictóricas centradas en la danza, un concepto poco habitual para la época, aunque lamentablemente no se conservan en su totalidad.
Finalmente, se rendirá tributo a Barbara Strozzi, una de las primeras mujeres italianas que se dedicó profesionalmente a la música al margen de la corte. Publicó más obras durante su vida que muchos de sus contemporáneos, a pesar de no haber contado con un mecenazgo constante. Su pieza ‘Hor che Apollo è a Teti in seno d’Arie, op. 8’ será interpretada como parte del repertorio.
Cierre del Evento
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